CORONAVIRUS

El costo económico de no enfrentar la pandemia de la forma adecuada

Mucho se habla del costo económico que representa la cuarentena. Sin embargo, poco se habla del costo económico de no tomar medidas adecuadas para enfrentar la pandemia.

Por Ignacio Lautaro Pirotta | 30-04-2020 07:57hs

Sin lugar a dudas, las medidas para combatir la diseminación del COVID-19 tienen un enorme costo que se traduce en recesión, desempleo, pobreza y en algunos casos hasta aumento del hambre. Por lo tanto, la relación entre medidas sanitarias y actividad económica serán una discusión permanente durante el tiempo que dure la pandemia.

Sin embargo, poco se habla del costo económico de no tomar medidas como el aislamiento social, o bien de hacerlo de manera insuficiente. Algunos acontecimientos y estudios recientes permiten reflexionar la dirección contraria a la habitual: el costo económico de no tomar medidas suficientes contra el avance de la pandemia.

Por ejemplo, en Estados Unidos, donde algunos estados han tomado medidas de distanciamiento y aislamiento social, varios frigoríficos han cerrado sus puertas debido al alto número de contagios dentro de sus instalaciones. El domingo 12 de abril el principal frigorífico de los Estados Unidos, Smithfield, cerró por tiempo indeterminado. La compañía es responsable del 5% de la producción total de carne de cerdo en el país y afirmó que el cierre de numerosos frigoríficos “está poniendo en peligro el suministro de carne”. La situación preocupa al presidente Donald Trump, que ha ordenado que las plantas y los trabajadores deben continuar con sus tareas a pesar del riesgo de contagio.

Un artículo de economistas de la Universidad John Hopkins (famosa por el mapa que lleva adelante el conteo en tiempo real de los casos y muertes alrededor del mundo) sostiene que si no se toman suficientes medidas contra el coronavirus, el pánico generalizado, producto de las crecientes muertes, produciría una caída de abajo hacia arriba de la actividad económica. En un contexto de caos y colapso del sistema de salud ¿quién iría a lugares como el cine, el shopping o un salón de belleza? entre otras actividades comerciales. Por lo tanto, para los economistas de la John Hopkins, tanto desde una perspectiva epidemiológica como desde una económica, la conclusión es la misma: es necesario imponer un distanciamiento social radical.

Por otro lado, los economistas Sergio Correia y Stephan Luck de la Reserva Federal de Estados Unidos (el Banco Central), junto con Emil Verner, de la escuela de negocios MIT (una de las más prestigiosas del mundo) realizaron una investigación sobre el impacto en la economía de las medidas sanitarias durante la pandemia de 1918, conocida como la Gripe Española. El título de la investigación resume sus conclusiones: “Las pandemias deprimen las economías, las intervenciones de salud pública, no: evidencia de la gripe de 1918”.

La investigación relevó las distintas políticas adoptadas por los diferentes estados y ciudades norteamericanas durante la pandemia, a los fines de examinar el impacto de medidas como el distanciamiento social o la cuarentena para la actividad económica. La evidencia recolectada por los investigadores hace posible afirmar, en primer lugar, que la pandemia por sí misma (y al margen de la cuarentena) genera efectos negativos para la actividad económica.

En segundo lugar, y más importante: los estados y ciudades que tomaron medidas sanitarias más duras contra el avance de la gripe en 1918 tuvieron una recesión menor y una recuperación económica mejor una vez finalizada la pandemia. Además, desde luego, las medidas sanitarias como la cuarentena significaron una reducción de la mortalidad.

Volviendo a los acontecimientos actuales, es posible ver cómo la pandemia está avanzando fuertemente en Brasil, país en donde, al igual que Estados Unidos, han sido los estados y municipios los responsables por decretar medidas de aislamiento social. En nuestro vecino, Brasil, la cuarentena no es obligatoria y se limita mayormente al cierre de establecimientos comerciales. Además, en las últimas semanas se produjo un relajamiento del cumplimiento de la misma, la cual cayó a niveles por debajo del 50%.

Las medidas insuficientes se comienzan a traducir en el colapso del sistema de salud en los estados de Río de Janeiro, Pernambuco, Ceará, Amazonas y Maranhão. En este último, el gobierno está considerando endurecer la cuarentena, y si bien otros estados como San Pablo y Santa Catarina comienzan a hablar de distender las medidas, es probable que el aumento de los casos presione en sentido contrario: cuarentenas por más tiempo y con más restricciones.

En suma, cuando se habla de economía en tiempos de pandemia, se suele endilgar a las medidas sanitarias la responsabilidad por la recesión. Lo que no suele considerarse, y a lo que habría que prestar mayor atención, es el impacto en la actividad económica que produce la pandemia en sí misma y los costos que podría tener abandonar prematuramente las medidas de aislamiento social, no sólo desde el punto de vista de las vidas humanas, sino para la propia actividad económica

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