El Ministerio de Desarrollo Productivo anunció la aprobación de la capitalización por parte del Estado nacional de la histórica empresa mendocina de tecnología e infraestructura Impsa, a través de un aporte de US$ 15 millones que se sumarán a otros US$5 millones que aportará de la provincia de Mendoza.

Así, el Estado nacional será el principal accionista de Impsa con el 63,7% del total y el Estado provincial participará con el 21,2%, de la compañía, considerada estratégica por ser la única en su tipo en Argentina y la región con capacidad de desarrollo de grandes obras energéticas y de infraestructura.

La firma metalúrgica se centra en la producción de equipamientos de generación de energía, usados en centrales hidroeléctricas, nucleares, eólicas y solares y además del desarrollo de tecnología para la industria del petróleo y gas.

La capitalización estatal para la ex Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA) fue anunciada el viernes por el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el gobernador Rodolfo Suárez en una reunión virtual de la que participaron también el ministro de Economía y Energía de Mendoza, Enrique Vaquié; el titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló; y el CEO de IMPSA, Juan Carlos Fernandez.

Se trató de una iniciativa desarrollada en conjunto por el sector público y privado. La firma del acuerdo de capitalización y suscripción de acciones estuvo a cargo Jorge Tanús, presidente de BICE Fideicomiso, por el hecho de que el BICE Fideicomisos es fiduciario del Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (Fondep). Representando a la provincia de Mendoza, la capitalización fue a través de la Empresa Mendocina de Energía S.A. (EMESA) que rubricó un aporte de $454 millones. Con este acuerdo el Estado Nacional y la provincia de Mendoza pasaron a ser los principales accionistas.

La decisión cierra el Plan de Recomposición de Estructura de Capital de la empresa que se inició con una reestructuración de la deuda que obtuvo gran apoyo de los acreedores y contó con el impulso estatal de rescatarla por ser estratégica para el desarrollo tecnológico nacional. Por parte del Gobierno fue una estrategia de salvataje muy similar a la que se intentó con la cerealera Vicentin, también a través de la capitalización conjunta con el Estado provincial.

La centenaria firma en otro tiempo fue protagonista mundial en energía hidroeléctrica, en 2013, año en que había ganado una licitación para el desarrollo de un reactor nuclear, entró en cesación de pagos y su debacle financiera desembocó en su concurso de acreedores.

"IMPSA es una empresa estratégica para el desarrollo nacional. Debemos trabajar para que con profesionalismo podamos volver a colocar a IMPSA en los principales mercados del mundo. Hoy es un día feliz para este ministerio, el país recupera las capacidades productivas de IMPSA y comienza una etapa que esperemos nos permita ofrecerle al mundo trabajo argentino con alto valor agregado", declaró el ministro Kulfas respecto de la fabricante de turbinas para energía hidroeléctrica y energía eólica.

El Estado nacional inyectará un total de $1.362.900.000 al capital de IMPSA, por lo que pasa a manejar el 63,7% de las acciones, mientras que el Estado provincial aportará $ 454.300.000, y se quedará con el 21,2% del capital accionario. El resto de las acciones (15,1%), quedará en manos de privados, correspondiendo un 9,8% de las acciones al fideicomiso de acreedores y otro 5,3% para el fideicomiso correspondiente a la familia fundadora.

“Con esta capitalización completamos el Plan de Recomposición de la Estructura de Capital que lanzamos el año pasado y que le permite a la empresa posicionarse con sus productos nuevamente en los principales mercados del mundo, exportando tecnología de alto nivel", destacó Juan Carlos Fernández, CEO de Impsa después de comunicar el anuncio.

Impsa exporta el 85% de su producción, emplea de manera directa a 720 personas y más de 100 pymes y es la única empresa de Sudamérica con tecnología para diseñar y producir equipamiento para grandes centrales hidroeléctricas. Actualmente, trabaja en el diseño y la fabricación de las nuevas turbinas de la Central Hidroeléctrica de Yacyretá y en los aerogeneradores del Parque Arauco en La Rioja.

Está ocupada, además, en la producción de los equipamientos para la central hidroeléctrica El Tambolar, en San Juan, en los equipamientos para YPF y en el desarrollo del primer reactor nuclear nacional para generación de energía