El pez gatuzo (Mustelus schmitti) pertenece a la familia de los tiburones que pasa por una situación denominada “categoría de mayor peligro” que lo pone en riesgo de extinción, junto a una docena de especies del Mar Patagónico que están en la misma condición.

Juan Martín Cuevas es Coordinador de la Iniciativa de Tiburones y Rayas de Patagonia de WCS Argentina, institución internacional que tiene por misión salvar la vida silvestre y los paisajes naturales en todo el mundo, a través de ciencia aplicada, acciones de conservación, educación e inspirando a las personas a valorar la naturaleza. Con respecto al gatuzo, señaló que “es el que ha sufrido un mayor cambio en su categoría de amenaza con esta evaluación”.

Existen datos alarmantes en otras especies, de acuerdo a un estudio realizado con información que se reunió a partir de los resultados del Coloquio Regional de Evaluación del Estado de Conservación de Condrictios (peces caracterizados por tener el esqueleto cartilaginoso, aunque generalmente endurecido por la calcificación) del Mar Patagónico, que se desarrolló en el marco del Foro para la Conservación del Mar Patagónico, organizado por WCS Argentina. Se confirmó que “el tiburón pintarroja y el tiburón bacota también han empeorado su situación, como el cazón y el escalandrún y en menor medida el pez ángel espinoso”, indicó Cuevas.

Del Foro, organizado por Wildlife Conservation Society Argentina, también participaron científicos y expertos de la región; según criterios de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Cuevas informó que el objetivo del informe “era hacer una evaluación actualizada del estado de conservación de los peces cartilaginosos de la región con un foco regional”.

Volviendo específicamente a la situación del pez gatuzo, es preocupante no solamente por el cambio de categoría a “peligro crítico”, sino que además tiene una muy baja población en el Mar Patagónico. Lamentablemente, las prácticas pesqueras no sostenibles es una de las principales amenazas, sumado a que las hembras pueden parir recién desde los 8 años, y tienen entre 1 y 16 crías anuales, variable que también perjudica el crecimiento en la población del gatuzo. Esta especie posee un dorso de color grisáceo uniforme con reflejos metálicos, el vientre blanco y boca armada de placas dentarias en forma de mosaico.

Desde la Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo y según la Resolución 13/2020 publicada en el Boletín Oficial, están trabajando para revertir esta situación. A tal efecto, se impulsó un proyecto de recuperación del gatuzo, donde se ve la necesidad de adoptar medidas para la conservación y racional explotación de la especie, como, por ejemplo, el uso obligatorio del dispositivo de monitoreo satelital en los buques pesqueros de las partes que operen sobre el recurso gatuzo (Mustelus schmitti) en la Zona Común de Pesca, entre otros puntos importantes que trata dicha Comisión