El mercado lácteo mundial en la próxima década
En los próximos años, el mercado mundial de lácteos deberá enfrentar múltiples determinantes que afectarán la producción y las relaciones comerciales internacionales, lo cual se agrava frente a la inesperada crisis pandémica.
Por Valeria Pirotta | 25-10-2020 01:30hs
El desarrollo del sector lácteo mundial de cara a la próxima década estará determinado por las relaciones políticas y económicas internacionales, los factores medioambientales y los cambios en los hábitos de consumo.
Las políticas de gobierno, internas y externas, como los diversos acuerdos internacionales de comercio, afectarán la demanda y los flujos comerciales de lácteos.
Por su parte, dentro de los determinantes medioambientales, los fenómenos climáticos extremos, causados por el calentamiento global, son cada vez más frecuentes y afectan de manera negativa la producción en todas partes del mundo, con impacto mayor y más prolongado en Estados con menor capacidad de respuesta.
En el caso de nuestro país, la sequía, los incendios forestales, las intensas nevadas del invierno en la región sur, y también la lucha contra insectos como la langosta, todo ello provocado en gran medida por los efectos del cambio climático, afectaron nocivamente la producción agropecuaria.
La producción mundial de leche podría restringirse debido a fenómenos climáticos imprevistos, en especial porque está en juego un sistema de producción de leche basado en pastizales, el método de producción predominante en el mundo.
Por otro lado, la presencia de enfermedades en animales y su propagación, como consecuencia de una mayor resistencia a los agentes antimicrobianos, también podrían afectar la producción de leche.
Al respecto, el informe sobre Perspectivas Agrícolas 2020-2029 de OCDE-FAO explica que “La producción mundial de leche podría restringirse debido a fenómenos climáticos imprevistos, en especial porque está en juego un sistema de producción de leche basado en pastizales, el método de producción predominante en el mundo. El cambio climático aumenta la probabilidad de que ocurran sequías, inundaciones y amenazas de enfermedades, todo lo cual puede afectar al sector de los lácteos de varias maneras (por ejemplo, volatilidad de los precios, rendimientos de la leche, ajustes en los inventarios de vacas)”.
La creciente legislación ambiental en los países del mundo, en especial europeos, junto a un aumento generalizado respecto a la concientización y trasformación de los sistemas productivos hacia otros de mayor sostenibilidad y menor impacto ambiental, podrían representar, en una primera instancia, restricciones comerciales, pero mayores beneficios en el largo plazo. Así lo expresa el informe de OCDE-FAO: “La legislación ambiental podría causar también un fuerte impacto en la evolución futura de la producción de lácteos.(…) una legislación ambiental más estricta podría llevar también a soluciones innovadoras que mejoren la competitividad del sector en el largo plazo”.
“La incertidumbre determinada por la COVID-19 tiene mayor evidencia en América Latina que en otros contextos mundiales debido a la fuerte volatilidad económica, política y social que caracteriza a la región”.
Respecto a los hábitos alimenticios, existe una tendencia mundial hacia el consumo de leches vegetales y sus derivados en reemplazo de los lácteos de origen animal, aunque no puede identificarse en qué proporción impactará sobre la demanda de lácteos en los próximos años, sin lugar a dudas constituirá un rasgo del mercado a tener en cuenta. En ese sentido, las previsiones de OCDE-FAO explican que: “En los últimos años, la presencia de sustitutos lácteos de origen vegetal (por ejemplo, bebidas de soja, almendra, arroz y avena) en el sector de líquidos lácteos aumentó en muchas regiones, como América del Norte, Europa y Asia Oriental. Algunas causas son intolerancia a la lactosa, así como el debate sobre el impacto de los productos lácteos en la salud y en el medio ambiente”.
Cómo se irá desarrollando la economía mundial, las restricciones comerciales y sanitarias, y dependerá también “de la rapidez con la que la economía mundial se recupere, y de si ocurre algún cambio estructural en las interacciones mundiales”.
Estos factores vienen definiendo la actualidad y la perspectiva del mercado lácteo, pero a ellos se sumó en 2020 la crisis pandémica por COVID-19, impactando con mayor crudeza en las regiones más empobrecidas o con menor margen de respuesta y recursos, como es el caso de Latinoamérica. Un reciente informe de OCLA identifica que: “La incertidumbre determinada por la COVID-19 tiene mayor evidencia en América Latina que en otros contextos mundiales debido a la fuerte volatilidad económica, política y social que caracteriza a la región”.
Para considerar una previsión en el plazo de los próximos diez años, se deberá considerar todos estos factores descriptos y además, cómo se irá desarrollando la economía mundial, las restricciones comerciales y sanitarias, y dependerá también “de la rapidez con la que la economía mundial se recupere, y de si ocurre algún cambio estructural en las interacciones mundiales”, apunta el informe.
Algunos datos del informe Previsiones Agrícolas 2020-2029 OCDE-FAO
Producción
En el próximo decenio la producción de leche a nivel mundial continuará aumentando a razón de 1.6% por año, lo cual se destaca porque representa un ritmo mayor de crecimiento que el resto de los productos primarios agrícolas, llegando a 997 millones de toneladas para 2029.
El crecimiento no está dado tanto por un aumento de los rebaños, sino por una mayor performance de los sistemas productivos en sí mismos. Es decir, lo que mejorará es el rendimiento debido a “la optimización de los sistemas de producción de leche, la mejora de la salud animal, la mayor eficiencia de la alimentación, así como una mejor genética”, entre otros.
En el período analizado serán India y Pakistán quienes representen más de la mitad del crecimiento de la producción mundial de leche. Mientras que la Unión Europea, América del Norte y Nueva Zelanda crecerán más lentamente.
Precios
Los precios internacionales de referencia de los lácteos corresponden a los productos procesados de los mayores exportadores de Oceanía y Europa. Los dos principales precios de referencia de los lácteos son los de la mantequilla y la LDP (leche en polvo descremada). Desde 2015, el precio de la mantequilla aumentó mucho más que el de la LDP, tendencia que se mantendrá aunque se reducirá la brecha.
La fuerte volatilidad de los precios internacionales de los productos lácteos se debe a su pequeña participación en el comercio (alrededor de 8% de la producción mundial de leche), el predominio de unos cuantos exportadores e importadores y el entorno de política comercial restrictivo. La mayoría de los mercados nacionales están poco conectados con esos precios, ya que los productos lácteos frescos dominan el consumo y solo una pequeña parte de la leche se procesa en comparación con la que se fermenta o pasteuriza.
Consumo
Se prevé que el consumo mundial per cápita de productos lácteos frescos se incrementará 1.0% al año durante el próximo decenio, a un ritmo ligeramente más rápido que el de los últimos 10 años.
Se anticipa que el consumo total de lácteos en los países de África, el Sudeste asiático y Oriente Medio y África del Norte crecerá con mayor rapidez que la producción, con el respectivo aumento en las importaciones de lácteos.
Un pequeño porcentaje de productos lácteos, en especial LDP y suero en polvo, se utiliza para la alimentación animal. China importa ambos productos para ese fin y el brote de PPA redujo su demanda. Con la recuperación esperada se anticipa que la demanda de LDP y suero en polvo para forraje aumentará durante el próximo decenio.
Comercio
China es y continuará siendo el principal importados de lácteos frescos. Durante el periodo base ascendieron a cerca de 0.7 millones de toneladas, y según las previsiones aumentarán 3.6% al año en el periodo de proyección.
Además del gigante asiático, las importaciones se distribuyen más ampliamente entre Oriente Medio y África del Norte (MENA), los países desarrollados y el Sudeste asiático.
Los tres principales exportadores de productos lácteos en el periodo base son la Unión Europea, Nueva Zelanda y Estados Unidos, con un 65% de las exportaciones de queso, 68% de LEP (leche en polvo entera), 76% de mantequilla y 77% de LDP, para 2029.
Australia, otro país exportador, ha perdido participación del mercado, aunque aún se mantiene como un destacado exportador de queso y LDP. En el caso de la LEP, Argentina es también un exportador importante y se prevé que para 2029 representará cerca de 5% de las exportaciones mundiales. También, Bielorrusia se ha convertido en un gran exportador, al orientar sus exportaciones sobre todo al mercado ruso, en los últimos años.
La Unión Europea seguirá siendo el principal exportador de queso del mundo, seguido por Estados Unidos y Nueva Zelanda. Se prevé que el Reino Unido, la Federación de Rusia, Japón, la Unión Europea y Arabia Saudita serán los cinco principales importadores de queso en 2029.
Nueva Zelanda sigue siendo la fuente principal de mantequilla y LEP en el mercado internacional pero su principal importado de LEP, China, disminuirá su demanda debido a un aumento de su producción. Con lo cual, se anticipa que Nueva Zelanda diversificará y aumentará ligeramente su producción de queso.
Los países desarrollados importan un alto porcentaje de queso y mantequilla, que se estima descenderán hacia 2029.
Lee el informe completo OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas 2020-2029 (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos -OCDE-; Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura -FAO).