Julián Domínguez, designado como el nuevo ministro de Agricultura de la Nación en lugar de Luis Basterra, comenzó a reestructurar la gestión de la cartera agropecuaria y buscará generar un lazo diferente con las entidades que hasta la fecha mantienen un vinculo tirante con el Gobierno.

Este político peronista tiene historia con el campo ya que ocupó el mismo puesto de Ministro de Agricultura entre 2009 y 2011, período ríspido para el sector tanto por la emergencia agropecuaria ocasionada por las inclemencias del tiempo como así también por las múltiples manifestaciones que el campo realizó en contra de las políticas agroganaderas.

Para comenzar con el pie correcto el vínculo con las entidades, Domínguez, según lo que trascendió, llamó a los dirigentes de la Mesa de Enlace para invitarlos a la asunción oficial y a una reunión que tendrá lugar la semana que viene.

Pese a que a la asunción no asistirán varios dirigentes de la Mesa de Enlace ya que se encuentran lejos de la Capital Federal, se supo que el presidente interino de CONINAGRO, Elbio Lauricica, participará de la asunción.

Los cambios en el Gabinete luego de una derrota electoral en las PASO dieron aire a la relación entre el campo y el Gobierno. Previo a las elecciones, las entidades amenazaron con llevar adelante múltiples medidas de fuerza para demostrar el descontento con varias medidas del Gobierno Nacional. Sin embargo, pareciera que la inclusión de Domínguez al Gabinete renueva las esperanzas del sector.

En su gestión al frente de la cartera durante la presidencia de Cristina Fernández, Domínguez se destacó por sus características dialoguistas y de conciliación. Su interacción con las entidades allá por el 2009 sirvió para recomponer el vinculo con el campo luego del proyecto de retenciones móviles en el 2008. Ahora, que el campo quiere que se dejen sin efecto las restricciones a las exportaciones, las entidades esperan que la figura de Domínguez sirva para barajar y dar de nuevo.

Las lecturas más optimistas dan por sentado que el peso político que Domínguez tiene en el peronismo servirá para imponer ciertos cambios en favor del campo. La convocatoria del nuevo Ministro a las entidades, por lo pronto, sentó bien y los ruralistas renovaron sus esperanzas en no sólo solucionar los temas más urgentes sino también los de fondo.

Resta definir, sin embargo, a los funcionarios que acompañaran en Agricultura a Domínguez. Se prevé que al comenzar su gestión haga cambios en el equipo presidido anteriormente por Basterra.

La incorporación de Domínguez al Gobierno Nacional, sin duda, reconfigura al sector y resulta una optima oportunidad para reformular estrategias y pasos a seguir tanto del Gobierno como de las entidades.

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