Juan Domingo Perón creó a través del Decreto 475 de fecha 11 de agosto de 1.952, la fábrica de tractores con el nombre de complejo IAME (Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado), sobre la base de un espacio de prueba que ya existía en Córdoba.

Ese fue una parte del país que imaginaban esos argentinos de la década del 40 y 50, que creían era necesario, para el desarrollo de Argentina, generar industrias nacionales, pequeñas, medianas y pesadas, y con la misma pasión, desarrollaron también la potencia naviera, en mar y río. Convicción que hoy tanto extrañamos.

Cuenta la historia, que ese año Perón en Esperanza, provincia de Santa Fe, anunció la fabricación del primer tractor argentino en medio de la disputa con los estadounidenses. Allí juan Domingo Perón les dijo: "vamos a dejar de exportar aceite de lino a los EEUU", entonces un chacarero le preguntó desde el público: "¿Cómo vamos a producir entonces nosotros, si los tractores vienen de allá?". El General contestó: "Los fabricaremos en nuestro país y en tres meses estará listo el primero de una gran serie".

Los ingenieros argentinos se inspiraron en el tractor Alemán Lanz Bulldog D9506, producido por Heinrich Lanz AG, que funcionaba a gasoil y con una mezcla de querosene y aceite usado. El trabajo se hizo de manera profesional para la época, fue dentro de un marco de encuestas entre productores de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, lo cual dio con exactitud, con las necesidades de los productores. Existen aún hoy, al menos hay se conocen dos ejemplares que funcionan perfectamente y tienen hasta su manual original que contiene la descripción y sus características y hasta la última pieza utilizada en su fabricación por el IAME.

El tractor peronista quería ofrecer al productor un tractor simple, económico, fácil de mantener y que cumpliera con un nivel de prestaciones básicas y se logró.

Desde el 28 de junio de 1.954 se efectuó la primera gran entrega de las unidades para la comercialización efectiva, pero ya se entregaban unidades discontinuas desde diciembre del año 1.952, que con sus 55/60 HP, comenzaron a surcar los campos argentinos. Y se dejó de fabricar en 1.963; el total de ese gran milagro argentino fue de 3.760 unidades, que nos llenan de orgullo, al saber que pudimos y que aún podemos generar Desarrollo Industrial y Tecnológico Nacional.

El tractor Pampa Argentino, fue uno entre otros emprendimientos que buscaban el desarrollo de la industria nacional con la idea de lograr la Independencia Económica y la Soberanía tan deseada. En este sentido, el caso del Pulqui, primer avión a chorro, que luego del golpe del 55, los nuevos dueños de la Argentina terminaron entregando sus planos a potencias extranjeras, o el enigmático rastrojero, o los prototipos de autos y motos. Con igual espíritu y que logró perdurar fue el proyecto de Somisa, la industria pesada del acero en Altos Hornos Zapla, permitiendo el fenómeno de invertir en el potencial nuclear argentino. Pero eso es tema para otro capitulo de la historia argentina.

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