EL PARANÁ, una fuente de Vida en Peligro
Por Miguel Del Sel y Luis Chervo
Por Redacción El Agrario | 18-07-2022 04:56hs
Dios nos ha dado este paisaje y esta fuente de Vida que como dice el gran poeta y cantor Santafesino, Horacio Guarany: "El tiempo es como un dorado, que se nos va de la mano cuando menos lo esperamos", y agrega: "Pescador del Paraná, que esperas pique de ensueño, mientras el río se lleva Tu pulso de guitarrero".
Ese tiempo pasa y las condiciones empeoran para esos habitantes de la ruta 1 que viven y sufren la falta de Estado que cuide nuestras reservas, que proteja el paisaje, que nutra de esperanza y, por ende, ese ensueño se ve lejano, el de un lugar digno para vivir y gozar de la vida del Río.
Previo a Semana Santa hubo controles y se identificaron a los depredados, surubíes y manguruyúes los más golpeados, por pescadores comerciales y deportivos.
Todos debemos pactar por el Río, por la Vida. Tenemos que llegar a un acuerdo en el tiempo, por el bien de las especies, de las personas que viven en el Río y por el futuro de nuestro Paraná.
La depredación de especies ícticas nos afecta a Todos los Santafesinos por igual y los Hermanos de Corrientes, Chaco, Misiones, Formosa, Entre Ríos y Buenos Aires. Suena a mucho, poner de acuerdo tantas voluntades, pero debemos hacer el intento, porque nuestra historia, nuestra gente, merecen el esfuerzo del compromiso.
Hay un Estado que va detrás del problema, como ejemplo ya se totalizaron 8.000 kilogramos decomisados por el área de Recursos Naturales de Santa Fe, con el auxilio de Prefectura Naval y Gendarmería Nacional.
La zona más comprometida, por ejemplo en Corrientes, es la conocida como “EL 20”, que va desde Paso de la Patria a Itatí, en donde son múltiples los operativos, que solo multan con el equivalente entre 50 y 60 litros de combustibles, lo cual es poco, casi insignificante, comparativamente al daño, a presente y futuro.
La bajante del Río Paraná golpeó con números poco claros, al analizar cuántos peces murieron por la bajante de las aguas, durante tantos meses.
Otra zona complicada es Derqui, en la cual los malloneros trabajan incluso los fines de semana, por lo cual el trabajo es de conciencia, de tomar partido, desde el conocimiento, desde el compromiso de respetar calendarios, que sean claros y tajantes, en beneficio de la anti depredación.
Siguiendo en Corrientes, provincia con más compromiso en el tema, existe una trascendental, los recursos de la Dirección de Recursos Naturales, para un monitoreo constante, en una provincia amiga del Paraná, que hoy cuenta con un sistema insuficiente, pues con 16 lanchas operativas, los controles se convierten en laxos. Por lo cual hay trámites para comprar cuatro nuevas lanchas con equipos superiores a las existentes.
Y un tema complementario es la caza indiscriminada de los carpinchos, guazunchos y ciervos de los pantanos, que en Corrientes se afecta a las regiones de Virasoro, Sauce y Curuzú Cuatiá, en donde se tienen registros extraoficiales de unos 80 cazadores por fin de semana.
En Santa Fe, tenemos otros inconvenientes, por ejemplo la extensa frontera, con el Paraná, unos 880 km de largo, que deja ver la falta de compromiso que existe de municipios y fundamentalmente de la provincia, ya que los guías turísticos también tendrían que estar dentro de un esquema de un trabajo coordinado en cuanto a la prevención de las quemas, pasando por la seguridad de los que viven en las costas, como de los visitantes ocasionales.
El tema es formar desde el Estado una conciencia real y sustentable para tener un manejo sostenible de los recursos del río y dejar esta política de no "le importa a nadie", dejando que el abuso y uso de los recursos ícticos, a través de una extracción sin ningún control, siga adelante.
Solo este compromiso comunitario permitirá que las familias de pescadores sigan viviendo del Río, los visitantes, como los deportistas y turistas sigan viniendo y los sabores del río (Surubíes, Dorados, Bogas) lleguen a las casas de toda la Argentina.
En nuestro país, tenemos un nuevo elemento que son los frigoríficos de pescados de río, que han creado un nuevo negocio con las implicancias que ello tiene. La mayoría de ellos están entre Santa Fe (Los Zapallos, Puerto Gaboto, Rosario) y Entre Rios (Victoria), más un nuevo volumen de negocios en territorio bonaerense.
Este negocio de los frigoríficos de peces de río no es nuevo, podríamos recurrir a los archivos de Rusia, en donde un exiliado alemán creó entre 1950 y 1956 un gran frigorífico, hecho a mano, en Puerto Novi, en donde se encuentran en la profundidad de 12 o 13 metros, entre paredes de hielo.
Otro ejemplo más cercano es el enorme Frigorífico de Brasil, Cuiabá, en pleno Mato Grosso, donde se realizan desde el 2014, sus 4.800 m2 cubiertos y se elaboran más de 40 t de pescados por turno de 8 horas.
Pero para los que amamos la naturaleza y pensamos que el desarrollo humano debe ir de la mano de un equilibrio entre la industria, el desarrollo y el medio ambiente, nos asusta que existan realidades tan complejas como el de Brasil, pues la Empresa Delicious Fish se propone la modificación genética de los peces amazónicos como cachara, pintado, tambaqui (gamitana) y pirarucu (paiche), buscando mayor rentabilidad en esta transformación de proteínas vegetal (soja) en animal