El Presidente de la Nación inauguró las sesiones del Congreso
En un discurso ante la Asamblea Legislativa que duró casi dos horas, hizo una evaluación de su gestión frente a la pandemia y explicó los ejes centrales de su próximo accionar. Convocó al diálogo y el acuerdo de todos los sectores alrededor de políticas públicas de reactivación de la economía y el desarrollo federal. También fustigó duramente al Gobierno anterior por la deuda externa que dejó. Entre muchos sectores, recibió el apoyo de la UATRE y de la expresión política asociada al gremio, el Partido FE.
Por Jorge Pirotta | 01-03-2021 09:56hs
Alberto Fernández recordó que solo diez días después de haber inaugurado las sesiones del Congreso en 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró la COVID-19 como una pandemia mundial. Explicó que este flagelo condicionó drásticamente toda la acción de gobierno.
Describió de manera lapidaria la situación que debió enfrentar: “No estábamos en una situación cómoda. Arrastrábamos una sociedad debilitada por el hambre y la pobreza, una economía escuálida y endeudada como nunca antes lo había estado, un sistema de salud quebrado que mantenía cerrados a hospitales, dejaba vencer vacunas y permitía pasivamente la diseminación de enfermedades que creíamos desterradas”.
Continuó expresando: “Desde el primer día tomamos decisiones y desde el primer día enfrentamos críticas. Primero los que reclamaban cuidar la rentabilidad antes que la salud. Más tarde los que negaban la existencia de la pandemia y nos acusaban de ser parte de un complot universal para mantener encerrada a la gente. Cualquier razón se volvió válida para incitar banderazos y romper los protocolos impuestos con la sola idea de deteriorar la credibilidad de un gobierno que convencido buscaba preservar la salud de su pueblo”.
Sin embargo, diferenció dos tipos de críticas a su gobierno, asegurando: “no llegué a la Presidencia para ser sordo a las críticas bien intencionadas. Como tampoco llegué a la Presidencia para dejarme aturdir por críticas maliciosas que responden a intereses inconfesables de poderes económicos concentrados, que en ocasiones buscan sembrar la fractura, la polarización y la discordia entre el Pueblo Argentino, profundizando las heridas que como sociedad cargamos”.
"No dejaré por un instante de trabajar para ser el Presidente de una Argentina unida, sin dejarme arrastrar por ningún tipo de provocación, provenga de donde provenga".
Luego de reseñar y criticar las principales acciones llevadas a cabo por diversos sectores opositores durante la pandemia, el Presidente reiteró su posición al respecto: “A quienes señalan errores de buena fe, les agradezco de corazón la oportunidad que nos brindan de hacer mejor nuestro gobierno. No somos infalibles. A quienes sistemáticamente bombardean a esta gestión sin la mínima objetividad, les reconozco la perseverancia, pero les recuerdo que por ese camino no van a lograr su propósito. No dejaré por un instante de trabajar para ser el Presidente de una Argentina unida, sin dejarme arrastrar por ningún tipo de provocación, provenga de donde provenga”.
Después hizo un amplísimo detalle de todas las medidas y políticas implementadas por su gobierno para proteger a los sectores más vulnerables durante la vigencia del ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio) entre los que destacó la instalación de más de 4.000 Unidades de Terapia Intensiva (UTI), 12 hospitales modulares, más de 3.000 respiradores de industria nacional y, lo que consideró fundamental, la entrega, el trabajo y el coraje de todas las argentinas y los argentinos que han desplegado su corazón al servicio de los demás, para los que pidió un aplauso de reconocimiento.
También destacó la labor de las Fuerzas Armadas llevando alimentos y medicamentos a barrios postergados en el marco de un gigantesco operativo nacional. La tarea de las fuerzas de seguridad en su conjunto, así como la labor de muchas universidades nacionales que trabajaron en forma de voluntariado colaborando en las acciones solidarias y en algunos casos investigando junto a profesionales del CONICET.
En el plano económico y social, destacó que la implementación del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) benefició a más de 9 millones de personas; se suspendieron los cortes de servicios públicos por falta de pago; se les dio apoyo económico para enfrentar el pago de sueldos al 70% de las empresas del país, siendo PyMES (Pequeñas y Medianas Empresas) el 90% de las beneficiadas; se suspendieron los despidos sin justa causa y se impuso la doble indemnización; se implementaron líneas de créditos para monotributistas y pequeños emprendedores; se duplicaron los aportes a comedores escolares y comunitarios en todo el país; se implementó la tarjeta Alimentar; se aumentaron la AUH (Asignación Universal por Hijo) y las jubilaciones mínimas; se amplió el programa Pro Huertas alcanzando a 600 mil huertas familiares, escolares y comunitarias; más de 2 millones y medio de jubilados accedieron a medicamentos gratuitos y se estableció el diálogo social que permitió acuerdos en el Consejo del Salario que posibilitaron ajustes salariales en casi todas las actividades.
En otro pasaje de su extenso discurso, la crítica del presidente Alberto Fernández a su antecesor Mauricio Macri, a quien nunca mencionó por su nombre, fue de una dureza llamativa, para lo cual utilizó argumentos incontrastables desde el punto de vista político y económico.
Dijo que “a una Argentina en absoluto default, el Fondo Monetario Internacional le adjudicó un préstamo de 55.000 millones de dólares. De esa cifra se desembolsaron 44.000 millones de dólares que solo sirvieron para facilitar la salida del mercado financiero argentino de capitales especulativos con la absoluta anuencia de las autoridades de entonces”.
“He instruido a las autoridades pertinentes para que formalmente inicien querella criminal tendiente a determinar quiénes han sido los autores y partícipes de la mayor administración fraudulenta y de la mayor malversación de caudales que nuestra memoria registra”.
Amplió su descripción explicando que “ese monto adeudado, según lo acordado por el gobierno que nos precedió, debe ser pagado en cuatro años. Este año, la deuda a pagar es de 3.826 millones de dólares. En 2022 esa cifra aumenta a 18.092 millones de dólares. El año subsiguiente el monto asciende a 19.186 millones de dólares. Recién en 2024 el pago de la deuda se cancela abonando 4.921 millones de dólares”. Agregó que publica las cifras para que todo el pueblo argentino comprenda la gravedad de la situación heredada por su gobierno.
Consideró que esa gigantesca deuda fue tomada sin la participación del Congreso de la Nación y en connivencia con funcionarios del propio FMI, ante lo cual afirmó: “He instruido a las autoridades pertinentes para que formalmente inicien querella criminal tendiente a determinar quiénes han sido los autores y partícipes de la mayor administración fraudulenta y de la mayor malversación de caudales que nuestra memoria registra”.
Sorprendió afirmando que “la inquietud que aquí nos planteamos también parece ser compartida en el seno del mismo Fondo Monetario Internacional. Hemos sabido que la Oficina de Evaluación Independiente del organismo, identificó nueve propuestas de investigación entre las cuales está la “política de acceso excepcional” a créditos, destacando un “caso particularmente difícil como la Argentina”.
“Un país central opulento que contrasta con un norte empobrecido y una Patagonia postergada no es definitivamente un país justo".
En materia de anuncios, tal vez para nosotros la parte más interesante del mensaje presidencial fue la dedicada al Federalismo, ya que consideró que la falta del mismo en las políticas nacionales es un problema de urgente solución. Dijo Alberto Fernández que fue prioridad de su gobierno, desde el inicio de la gestión, “gobernar junto a quienes gobiernan nuestras provincias y trazar lineamientos para un federalismo que genere un territorio y un país más igualitarios”. Al respecto sostuvo que “un país central opulento que contrasta con un norte empobrecido y una Patagonia postergada no es definitivamente un país justo. Debemos poner todos nuestros esfuerzos para eliminar las asimetrías que esta realidad exhibe”.
En el marco de la acción mancomunada con las provincias, el presidente puntualizó una amplia serie de políticas en curso, pero hizo especial hincapié en diez iniciativas integrantes del Plan de Desarrollo Federal trabajado con gobernadoras y gobernadores, incluyendo medidas que interesan a más de un gobierno provincial.
Estas diez iniciativas son:
- Extensión universal de la Conectividad Digital;
- Promoción de la inversión privada;
- Desarrollo de obras que faciliten la salida de la producción argentina a través de puertos chilenos sobre el Océano Pacífico, en particular las vinculadas con el corredor bioceánico NOA-Centro;
- La actualización del Acuerdo Federal Minero;
- La solución de los problemas de infraestructura y regulatorios que impiden la explotación de tierras aptas para el cultivo en distintas zonas del país;
- La extensión de la red de gas natural en zonas del norte y del sur en las que la dificultad de acceso a este recurso detiene la actividad productiva;
- El impulso a la extracción y transporte de los recursos hidrocarburíferos del yacimiento de Vaca Muerta;
- La continuidad del Plan Gas lanzado en 2020;
- El desarrollo de fuentes de energía hídrica, eólica y solar, y
- El impulso a la construcción de puertos fluviales y marítimos.
Además de la lógica participación de los legisladores nacionales para viabilizar muchas de estas políticas, el Presidente sostuvo que “para que todas esas iniciativas se hagan realidad, es imperioso que la Obra Pública tome un impulso que en los años previos no tuvo. La inversión pública se redujo desde el 2,7 % del PIB en el año 2015 al 1,1 % en el año 2019. En 2020 comenzó una recuperación que en 2021 alcanzará el 2,2 % del PIB”.
“Ninguna sociedad se desarrolla en un ámbito en el que unos pocos progresan mientras millones quedan postergados por la falta de infraestructura social".
Un párrafo especial fue dedicado a la recuperación del poder adquisitivo de los salarios. “Creemos en una economía con ética al servicio del desarrollo humano integral”, afirmó Alberto Fernández y remarcó: “Ninguna sociedad se desarrolla en un ámbito en el que unos pocos progresan mientras millones quedan postergados por la falta de infraestructura social. Así se desequilibró esta Argentina en la que el centro despliega su riqueza mientras el norte y el sur solo lo observan a la distancia”.
En ese sentido, el Presidente puntualizó dos aspectos fundamentales a lograr. “El fortalecimiento del mercado interno constituye un eje clave para acelerar la recuperación de la producción y el empleo” fue el primero de ellos, a lo que agregó que “para que la economía crezca sostenidamente y se eviten crisis en el sector externo por falta de divisas, es fundamental exportar más y producir en la Argentina bienes y servicios que hoy se importan. Aprovecharemos al máximo nuestra capacidad instalada para favorecer la producción local de los mismos y promoveremos nuevas instalaciones si con eso logramos sustituir importaciones”.
En declaraciones periodísticas, el Secretario General de la UATRE, José Voytenco, afirmó que la organización apoya al presidente Alberto Fernández porque “nos sentimos acompañados por el Presidente de la Nación y sabemos que contamos con el respaldo de su gobierno para llevar adelante no solamente la lucha por un salario digno para nuestros compañeros, sino también para ejecutar la gran tarea de terminar con el trabajo en negro, la explotación laboral, la trata de personas y el trabajo infantil”.
Por su parte, el Partido FE a nivel Nacional, con las firmas de su Secretario General e Intendente de San Pedro, Cecilio Salazar, y las legisladoras provinciales Natalia Sanchez Jáuregui de Buenos Aires y Cesira Arcando de Santa Fe, afirmó: “Desde nuestra identidad peronista, estamos acompañando y respaldando la gestión del presidente Alberto Fernández en la convicción absoluta de que cuando a un gobierno le va mal los principales perjudicados son los trabajadores y los sectores más humildes”.
Agrega el documento del Partido FE que “vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance, desde nuestro espacio político y sindical, para colaborar con el éxito del gobierno del Presidente Fernández y de todos los gobiernos provinciales que lo acompañan porque comprenden la gravedad de la situación en la que estamos”.
No sabemos si el apoyo institucional del gremio rural influenció en el sentimiento del presidente para finalizar su discurso, pero no podemos pasar por alto que fue un final muy emotivo y con un toque agrario inocultable:
“Quiero ser recordado como un argentino que un día fue elegido como Presidente y fue capaz de servir a su Pueblo sembrando la mejor de las semillas que un ser humano puede sembrar: la unidad de su Patria más allá de las diferencias, la unión nacional más allá de la pluralidad de miradas, la concordia del país más allá de las razonables críticas. Que esa semilla crezca y germine es una tarea de todas y todos. De este tiempo de pandemia podemos hacer renacer un tiempo de esperanza fértil para una Argentina mejor”.
Si querés leer el discurso completo del Presidente de la Nación hacé click acá.
En la página de la Casa Rosada también podés encontrar la versión en video de su discurso:
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