El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte deja de pertenecer a la Unión Europea a partir de este 1° de febrero, aunque se abre un período de transición hasta fin de año durante el cual se mantendrán vigentes algunos vínculos entre ambas partes, tales como la libertad de circulación de las personas y la contribución financiera británica hacia el bloque.

La Unión Europea constituye un mercado único basado en la libertad de circulación de personas, bienes, servicios y capitales entre los estados miembros. Cada uno de estos estados ha puesto en común parte de su soberanía, para decidir colectivamente sobre los temas que resultan de interés del conjunto, denominados dominios de intervención de la Unión.

Entre las instituciones que toman decisiones en la Unión Europea se destacan: el Parlamento Europeo, que representa a los ciudadanos de la Unión y es elegido directamente por ellos; el Consejo Europeo, compuesto por los Jefes de Estado o de Gobierno de los miembros de la Unión; y la Comisión Europea, que es el órgano ejecutivo del bloque.

La salida del Reino Unido de la Unión Europea representa un desafío para ambas partes.

La Comunidad Económica Europea, creada en 1957 con seis países, pasó a llamarse Unión Europea en 1993, luego de ampliar gradualmente su número de miembros y los dominios de intervención (clima, ambiente, salud, seguridad, relaciones exteriores, etc). Actualmente está conformada por 27 países (ya sin contar a Gran Bretaña) y desde 2001 con una moneda única, el Euro.

La salida del Reino Unido de la Unión Europea representa un desafío para ambas partes. El bloque pierde a uno de sus principales integrantes, segundo aportante luego de Alemania. Además, Londres es el centro financiero internacional, a pesar de haber sufrido los efectos del Brexit que se hicieron sentir desde el inicio con una fuerte devaluación de la Libra.

Del lado de Reino Unido las dificultades tienen que ver con lograr mantener el nivel de comercio con el resto de los países europeos. Si bien ambas partes han declarado tener la intención de celebrar un acuerdo comercial, ello supondrá difíciles negociaciones en tanto que será de interés del bloque que Reino Unido respete sus normas fiscales, laborales y ambientales para garantizar una competencia justa.

Estados Unidos y Reino Unido ya han adelantado que trabajarán por un acuerdo de libre comercio.

Estados Unidos y Reino Unido ya han adelantado que trabajarán por un acuerdo de libre comercio. La sintonía entre Donald Trump y Boris Johnson, primer ministro británico, posiblemente allane el camino para un acuerdo, aunque podría tener como obstáculo el interés de los estadounidenses en que Reino Unido vete el ingreso de la empresa china Huawei en el mercado del 5G.

La Argentina puede sentir los efectos del Brexit por vía de los eventuales acuerdos de libre comercio que Reino Unido pueda celebrar. La semana pasada en Davos el ministro de economía de Brasil, Paulo Guedes, declaró que un acuerdo de ese tipo con los británicos ya estaba siendo discutido para una rápida implementación. El acuerdo Mercosur-Unión Europea, mientras tanto, debe ser ratificado por cada uno de los parlamentos de los miembros de la Unión y luego el Parlamento Europeo (además de por cada parlamento de los miembros del Mercosur).

Las consecuencias de la salida del Reino Unido se irán develando paulatinamente durante el período de transición que se inicia este 1° de febrero y concluye el 31 de diciembre, y con mayor claridad durante 2021 con la salida total del Reino Unido del bloque continental.

(*) Ignacio Lautaro Pirotta es Licenciado es Ciencias Políticas (UBA) y especialista en temas internacionales.