El renacimiento de la uva criolla
La uva criolla fue cultivada en grandes cantidades para hacer vinos de volumen sin mucho color, ni sabor, como se solían hacer los vinos blancos anteriormente.
Por Christian Fasani | 18-03-2021 04:02hs
La uva criolla fue desde 1980 dejada de lado, ella era la rezagada, la de mala calidad.
Sin embargo, fue la que dio origen a nuestro Torrontés, unión de la Criolla Chica y la Moscatel de Alejandría.
La Criolla fue cultivada en grandes cantidades para hacer vinos de volumen sin mucho color, ni sabor, cómo se solían hacer los vinos blancos anteriormente.
La uva criolla nace del cruzamiento de dos especies de uvas que fueron traídas por los colonizadores, estas variedades son Listan Prieto y Moscatel de Alejandría,luego los productores locales se encargaron de multiplicarlas. Su nombre uva criolla se le adjudico por haber nacido en América Latina.
Generalmente las etiquetas más conocidas suelen estar elaboradas con la variedad criolla chica, esta variedad fue traída en el periodo colonial (1550 – 1850) desde Canarias, y los parentales, Criolla chica, moscateles y mollares, como ya dijimos anteriormente esta variedad hoy conocida como Listan Prieto y Moscatel de Alejandría fueron encargadas del desarrollo de las demás variedades.
La variedad Listan Prieto en muy conocida en distintas partes de América, en chile por ejemplo es conocida como “cepa país”, “Mollar” en Perú y “Mission” en California.
Hoy en día podemos encontrar más de 30 bodegas que comercializan estos vinos, no solo de pequeños productores sino, que además es producido por grandes bodegas de nuestro país. Hoy el interés por estos vinos, que comenzó como una locura de muchos enólogos, pasó a ser una realidad de toda la industria vitivinícola.
Es importante destacar el gran aporte del INTA, donde comenzaron a estudiar las variedades en el año 1940 y cuya investigación termino en el año 2017.
El desarrollo de estas variedades autóctonas y los enólogos le tienden una mano a la uva criolla puesto que posee un valor patrimonial siendo pionera en nuestra tierra y para esto es importante destacar el gran aporte del INTA(Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), donde comenzaron a estudiar las variedades en el año 1940 y cuya investigación termino en el año 2017.
Para muchos consumidores de hoy estas variedades se asemejan a los vinos que tomaban el abuelo y la abuela. Sin embargo, muchos de ellos presentan complejidad y elegancia, lo que les ha permitido ganar reconocimiento en la prensa especializada mundial y un pequeño lugar en las vinotecas y restaurantes más importantes del mundo.