El Teatro Colón cambio el escenario, de Nabucco de Verdi a un Centro de cuarentena y vacunación
Colaboran autoridades y voluntarios de la institución cultural. En cuanto a la supervisión de la parte médica, está a cargo de profesionales del hospital Fernández. El centro de aislamiento aloja entre 70 y 130 personas con diferentes problemáticas.
Por Marisa Massaccesi | 28-04-2020 03:30hs
Al igual que el Teatro Nacional Cervantes que tuvo que hacer un giro total de sus actividades, archivar los libretos y telones por un tiempo a raíz del coronavirus, y en una cruzada solidaria confeccionar tapaboca, el Teatro Colón de Buenos Aires, abanderado de nuestra cultura, que ha llegado a ser el considerado el mejor teatro lírico del mundo, tuvo que hacer lo propio y convertirse en poco tiempo en un “centro de cuarentena”.
Desde hace un mes, bailarines, músicos y productores del Colón cambiaron el escenario, guardaron sus trajes, zapatillas de baile, instrumentos y partituras. Actualmente se hacen cargo de un centro de cuarentena, otro de vacunación y una línea telefónica de auxilio.
Martín Boschet es el director ejecutivo de la institución cultural pero debido de la emergencia sanitaria, causada por la pandemia de coronavirus, es también el gerente de un centro de cuarentana, en donde coordina a un grupo en una obra que habla y hace mucho por la solidaridad. Allí bailarines, productores, músicos y otros artistas, cada uno con su responsabilidad, unen sus esfuerzos.
El centro de aislamiento aloja entre 70 y 130 personas, hay pacientes con COVID-19 pero también se atienden otras problemáticas.
Al ser entrevistado por el diario El País, Martín cuenta que esta cruzada no fue fácil, al principio, había desorientación, personas enojadas por la cuarentena y todo sucedía muy rápido. "Estábamos nerviosos y asustados, queríamos irnos, apenas nos habían dado instrucciones y fue traumático”, "les dije que se imaginaran en el Colón, diez minutos antes de que se alce el telón, cuando cada uno debe concentrarse para cumplir con su trabajo”.
El centro de aislamiento aloja entre 70 y 130 personas, hay pacientes con COVID-19 pero también se atienden otras problemáticas, como las adicciones al alcohol, el tabaco y la ingesta de pastillas; el maltrato familiar y cuadros de ansiedad. La supervisión de la parte médica está a cargo de profesionales del hospital Fernández.
El grupo humano que colabora en el centro tiene una excelente relación, que viene de la propia camaradería, al ser compañeros de teatro, se conocen muy bien y eso facilita las cosas a la hora de trabajar duro.
El director del Instituto Superior de Arte del Colón y especialista en música barroca se llama Marcelo Birman. Tanto él, como el resto de sus compañeros de grupo, formado por un violinista, cinco bailarines, tres acomodadores y una coreógrafa, nunca imaginaron estar en esta parte del escenario. Marcelo organiza las visitas para la vacunación de gripe y neumonía a personas consideradas en riesgo, además de asegurarse de contar con los medicamentos que hagan falta y que los voluntarios tengan su comida.
Tenemos más de 1.000 empleados y unas instalaciones de más de 60.000 metros cuadrados, formamos parte de la identidad de la ciudad y debemos estar a la altura de la situación.
María Victoria Alcaraz es Directora General del Teatro Colón, es historiadora y se especializó en España en Políticas y Gestión de la Cultura: dirección de instituciones culturales públicas, cooperación iberoamericana y redes culturales, economía de la cultura y administración financiera pública.
Ella es quien está detrás de toda esta movida o patriada, dijo “tenemos más de 1.000 empleados y unas instalaciones de más de 60.000 metros cuadrados, formamos parte de la identidad de la ciudad y debemos estar a la altura de la situación”.
Alcaraz, además de supervisar la fabricación de mascarillas y vestimenta para los profesionales de la salud, es quien impulsó desde su cargo, hace casi cinco años, la grabación y emisión en streaming de las obras representadas en el teatro. En la actualidad se pueden retransmitir esas piezas.
Los argentinos aprendimos, desarrollamos y profundizamos la solidaridad. Un tercio de quienes abonaron o compraron entradas para esta temporada, que se vio afectada por el cierra del teatro, han decidido donar el dinero. Por su parte, la gente del Colón la ejerce reinventándose. Esa es su verdadera fortaleza.