'Ella nos dejó la posta'
Un amigo compartíó con nosotros el siguiente texto minutos después de finalizado el acto en Plaza de Mayo en el cual Cristina dio un discurso histórico. Nuestro amigo y colega quiso quedar en el anonimato, pero sus palabras resonaron en nuestro corazón y nos sentimos parte de su sentido mensaje, que así dice:
Por Redacción El Agrario | 25-05-2023 06:13hs
Muy desde el corazón y casi personal (o muy personal).
Para nosotros mi vieja siempre podía con todo. A pesar que éramos cuatro hermanos y todos con demandas diferentes. Edades distintas, necesidades disimiles. Pero ella podía con todo.
Nosotros gozábamos de esos “beneficios”. Porque a la hora que nos levantábamos siempre sabíamos que iba a estar el desayuno preparado, porque podías volver de la escuela o de jugar en la calle y el plato de comida te estaba esperando calentito. Ni hablar si ibas a jugar al fútbol y volvías lleno de barro… porque te sacabas la ropa y le dejabas en cualquier lugar. No importaba, tenías la certeza que ella la iba a recoger entre otras tantas pilchas y la iba a devolver impecable después de fregar en la tabla las manchas y luego ponerlas en el lavarropas de paletas.
Papá ya no estaba, pero la vieja había construido un hogar y no estaba dispuesta a resignarse a pesar de haber perdido su compañero de vida.
Tenía otros motivos para seguirla peleando. Una y otra vez. Hasta que sea necesario. Y no se quejaba ni pedía demasiado a cambio más que sostener lo que había logrado con su esfuerzo, su sacrificio y sus convicciones.
Porque además era muy protectora. A veces en las noches cuando algún trueno instalaba el miedo en el cuarto le pedíamos si no podía prender la luz sin salir de las sabanas. Ella venía y cumplía con el cometido, pues con solo mover la perilla y advertir su presencia, nosotros ya podíamos cerrar los ojos sin amenazas.
Pero crecimos y ya su energía no era la de aquellos años. Sin ser demasiado explícita nos estaba pidiendo ayuda o auxilio. Porque quería que esa construcción de familia, ese hogar que había levantado no sin tempestades, se sostenga hasta su último suspiro.
Entonces había llegado el tiempo de empezar a tener otros roles. A ser más protagonistas de esa escena y no privilegiados espectadores. Se me vinieron a la cabeza algunas expresiones de Evita, vaya a saber por qué. Tal vez porque resumía lo que estaba necesitando entender.“Y aunque deje en el camino jirones de mi vida, yo sé que ustedes recogerán mi nombre y lo llevarán como bandera a la victoria". Eso había dicho la abanderada de los humildes. Era parecido a lo que había dejado mi vieja en todo este tiempo… su vida misma para que nosotros la honremos haciendo lo que tenemos que hacer de cara a lo que sigue.
Permítanme que elija este modo de resumir lo que esta tarde lluviosa de Mayo me ha dejado después de escuchar a Cristina.