Desde 1988 se celebra cada 29 de octubre en Argentina el Día del Aceitero. Esta fecha fue instituida por la Federación de Obreros y Empleados de la Industria Aceitera en conmemoración al primer congreso Nacional de dicha federación en 1947, luego de varias reuniones que venían llevando a cabo en los años anteriores.

En este día de celebración, los trabajadores del sector aún se encuentran a la espera de un acuerdo con las patronales por el pedido de un “Bono Pandemia” de $15.000 extras "por encontrarse dentro de los trabajadores esenciales que contribuyen diariamente con sus esfuerzos" al funcionamiento de la industria.

La falta de acuerdo entre las partes llevó a un paro por 24 horas el pasado lunes 19 de octubre. La medida de fuerza, convocada desde el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA), alteró el funcionamiento de siete puertos que adhirieron al cese de actividades por considerar “inaceptable” la oferta de la patronal.

A una semana del último encuentro convocado por el Ministerio de Trabajo de la Nación como mediador, el último 22 de octubre, desde SOEA informaron que “las empresas mejoraron la oferta anterior, pero igualmente está lejos de lo esperado” por lo que el “cuerpo Paritario del Sindicato Aceitero volvió a rechazar la propuesta patronal por insuficiente”.

Pablo Reguera, secretario general del sindicato, mencionó que si bien “tanto la pandemia como la intransigencia de las patronales en las negociaciones por el bono generaron dificultades y demoras en otros temas que vienen llevando adelante”; la celebración de esta fecha se realizará en un nuevo formato.

En un video difundido a través de redes sociales, Reguera afirmó que “sin el picnic en el que la familia aceitera concurre masivamente” los tradicionales sorteos de dos autos 0km , motocicletas y electrodomésticos se realizarán a la brevedad. “La Comisión Directiva está evaluando de qué manera vamos a realizar los sorteos para que todos puedan participar”, explicó.

Hacia el cierre, el secretario general llamó a los trabajadores a tener “la sensibilidad suficiente para entender que es un año muy especial” y que sepan “comprender las dificultades que tenemos como gremio, no solo con la fiesta sino con los hechos gremiales”.

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