El enoturismo es una de las principales actividades turísticas que tiene nuestro país y es considerado fundamental a la hora de recuperar el sector, fuertemente dañado por la pandemia de coronavirus.

En este sentido, el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, lo definió como una gran fortaleza por las ventajas que ofrece a los turistas con respecto a otros lugares del mundo, ya sea por la variedad de climas y de paisajes, la calidad de los vinos y la gastronomía, el Sello de Safe Travel, que lo distingue como un destino seguro, y el tipo de cambio actual.

En este contexto, el sector vitivinícola argentino presentó al presidente Alberto Fernández en la pasada Fiesta de la Vendimia, el Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) con vistas a 2030, en pos de diseñar acciones integrales que impulsen el desarrollo y la innovación en la industria.

Al respecto el presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), José Alberto Zuccardi, manifestó en declaraciones periodísticas la expansión que está realizando la vitivinicultura, ya que se está desarrollando en 18 provincias, y uno de los factores de esta expansión es el enoturismo que fomenta la actividad turística y la comercialización.

Por este motivo, el PEVI2030 le otorga por primera vez un papel importante al desarrollo del Turismo del Vino a nivel nacional, al considerarlo una herramienta clave para el desarrollo de la vitivinicultura y el fortalecimiento de la marca país.

Cabe destacar que, a nivel internacional, las rutas del vino son destinos cada vez más demandados por los turistas, cuyo interés está en el origen del 40% de los viajes de acuerdo a los datos suministrados por  la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin).

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