Ensayos como antes
Ya estamos preparando la sembradora para la fina. Haciendo los análisis de las semillas compradas (por las dudas); analizando los potreros para regular las dosis de fertilizante y recorriéndolos para evaluar el control de malezas en nuestros barbechos. No estaría demás sumar otro consejo.
Por Gerardo Gallo Candolo | 23-05-2020 10:00hs
Cuando empezamos a fertilizar los trigos en el Noroeste de Buenos Aires, hace ya más de 40 años, lo hacíamos en ensayos en pequeña escala y evaluando rindes y proteínas. Comparábamos respuesta a dosis de 25, 50 y 100 kilos de urea por hectárea. Para aquella época los 100 (46 de N) eran una dosis antieconómica pero queríamos saber hasta dónde llegaba el techo de cada variedad. Todas respondían bien en rinde y sanidad pero los trigos tradicionales en parte se volcaban y los mexicanos resultaban espectaculares.
En aquellos años era difícil conseguir urea por esos barrios. Era por pedido y con mucha anticipación. Se recibían en bolsas de 50 kilos. También la calidad de la urea de dichos tiempos nos dejaba un sabor agridulce ya que al diluirlas en agua para fertilizar en hoja bandera, el biuret, resabios de la industria de entonces, nos dejaba unas marcas en las hojas que al productor lo asustaba. Esto último lo hacíamos para levantar proteína.
Con los resultados de esos ensayos en pequeñas parcelas nos atrevíamos a aconsejar hacer franjas fertilizadas en los lotes para que los productores vean la diferencia (que era notable a simple vista): trigos más verdes y mejor desarrollados. A la cosecha invertíamos unos minutos en pesar carritos y medir la diferencia. De billetes no se hablaba, era para que el productor reconozca la tecnología.
¿A qué viene esta historia? Hoy tenemos materiales de mayor rinde y respuesta, también contamos con una mejor relación de precios (kg. de trigo/kg. de fertilizante), sobre todo en esta campaña, pero partimos con menores contenidos de materia orgánica. Y de ahí surge una recomendación muy simple:
Cuando usted cuente con los datos de análisis de su lote y los consejos de su asesor (rinde objetivo, kilos de fertilizante etc.) y considerando que en este año partimos con muy buena humedad en el suelo, no deje de hacer la siguiente prueba: haga una doble pasada dentro del lote con la fertilizadora; no le llevará más de unos minutos contando poner marcas sobre el alambre. En la trilla hoy es muchísimo más fácil que antes cosechar esa franja con doble dosis, porque las cosechadoras miden los rindes sobre el terreno y lo dejan registrado “online”. En enero haga los números con su asesor y me cuenta.