Eucalyptus con valor agregado
Por Gerardo Gallo Candolo | 24-01-2021 11:30hs
Después del Ceibo, nuestra flor nacional, no hay árbol más reconocido por los argentinos de la pradera pampeana que el Eucalyptus aunque sea un árbol exótico. Los Eucalyptus son originarios de Oceanía, mayormente de Australia. Aunque este género lo componen más de 500 especies en Argentina solo se cultivan unas cinco o seis.
El Eucalyptus globulus es la especie más buscada por la industria papelera, porque a partir de su madera es posible obtener pastas celulósicas con un carácter diferenciado que se traduce en mayores precios de mercado.
En el sudeste de la provincia de Buenos Aires se dan las condiciones ecológicas óptimas para el desarrollo del globulus, especie que se comenzó a plantar en la región en la década del 50. Desde mediados de los 80 se iniciaron las exportaciones desde el puerto de Necochea especialmente a las industrias celulósicas de Noruega, Portugal y Japón, a las europeas se le vendían rollizos y a Japón chips. En esa época de apogeo se alcanzaron a plantar entre 2.000 a 2.500 hectáreas anuales en los finales de los años 90 en que la crisis institucional del 2001, la falta de incentivos, los mejores precios agrícolas sumado al retiro de la principal empresa exportadora de la región hicieron decaer el ritmo de forestación y el cuidado de los montes implantados.
Hace una década, el entonces Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires hizo un inventario de la superficie de esta especie en un radio de 100 kilómetros del puerto de Necochea revelando la existencia de 5.622 hectáreas de Eucalyptus globulus, (que no incluyó a las cortinas forestales) señalando que más del 70% de esa superficie correspondía a montes altos y el resto a rebrotes, montes bajos. El Inventario se realizó en los partidos de Necochea, Gral. Alvarado, San Cayetano y Lobería; aunque deberíamos señalar que la zona ecológicamente más apropiada para su cultivo puede extenderse a unos 150 kilómetros de este puerto.
Actualmente hay industrias celulósicas nacionales que van a esta región a buscar Eucalyptus globulus que permite mejorar el rendimiento en las mezclas de maderas que utilizan para obtener celulosa.
Un tema que no es menor y digno de replicarse: en la época de auge de mayor área forestada y exportaciones mucho tuvo que ver el incentivo fiscal para dar valor agregado a la región. La demanda externa e interna está en crecimiento, la tecnología, investigación y la experiencia zonal intactas. Las únicas faltantes son las políticas públicas que permitan alcanzar ese potencial que Argentina conserva.