Experiencia en Córdoba: riego por pivot central
En el INTA Manfredi, Córdoba, desde el años 1996 se instaló un módulo de riego con fines experimentales y demostrativos, para proporcionar herramientas al productor y maximizar la producción.
Por Valeria Pirotta | 16-02-2021 04:00hs
Algunas regiones productivas de nuestro país cuentan con una importante probabilidad de sufrir déficit hídrico. Es el caso de la región central de la provincia de Córdoba, que según indica el INTA (Instituto Nacional de tecnología Agropecuaria), presenta más del 50% de probabilidad de déficit hídrico en todos los meses del año. Esta escasez de humedad afecta los rendimientos de los cultivos, condicionando la producción.
Como adelantamos en El Agrario, especialistas del Instituto llevan más de 25 años estudiando e impulsando el riego suplementario para mejorar esta situación y optimizar los rendimientos.
Específicamente, en el INTA Manfredi, de la provincia de Córdoba, desde el año 1996 se instaló un módulo de riego "con fines experimentales y demostrativos, para proporcionar herramientas al productor regante de la región que sirvan para maximizar la productividad", explicaron desde el organismo.
De esta manera, el riego suplementario permite suministrar agua a los cultivos durante períodos de déficit hídricos en zonas semiáridas, subhúmedas e incluso húmedas, propensas a sequías periódicas, para "mejorar los rendimientos de los cultivos y disminuir la variabilidad interanual de los rindes", explicó Aquiles Salinas, especialista en riego y director del INTA Manfredi.
Características del ensayo
Según dio a conocer el Instituto, el ensayo se produjo con dos secuencias bianuales de cultivos: trigo y maíz de segunda época y soja de primera, seguidos por trigo y soja de segunda época y maíz de primera.
El riego se realizó con un equipo de pivot central, con una superficie circular de aproximadamente 28 hectáreas; 12 hectáreas restantes no recibieron riego, es decir se manejó con tratamiento secano (sin aporte extra de humedad).
Los momentos y láminas de riego para cada cultivo se deciden en función de un balance hídrico. Para ello, el especialista en riego parte del equipo de trabajo Nicolás Boccardo explicó que "desde la instalación del sistema, todos los años se realizaron mediciones de precipitaciones, riegos, contenido de agua en el suelo a la siembra y cosecha, rendimiento en grano, consumo de agua y eficiencia de uso de agua". Esta información es fundamental para el manejo eficiente de la dosis de agua aplicada a los cultivos.
Resultados
El INTA indicó que se observaron incrementos de rendimiento por el riego para todos los cultivos, del orden promedio del 115 %, 51 % y 28 % para trigo, maíz y soja respectivamente. Por lo tanto, en la condición bajo riego los tres cultivos mostraron tendencia a incrementar las ventajas en el tiempo.