Fabrican ladrillos ecológicos a partir de cáscara de maní
Con el objetivo de utilizar el cultivo de maní en su totalidad, buscan utilizar las cenizas de la cáscara para fabricar ladrillos ecológicos.
Por Belén Benítez | 22-10-2020 03:30hs
Con el norte puesto en cultivar maní de manera sustentable, sacando de este producto su máximo provecho, ingenieros cordobeses comenzaron a fabricar, a partir de las cáscara de maní, ladrillos ecológico de bajo costo para utilizarlos en la construcción.
La elaboración para consumo humano de maní genera un desecho, las cascaras de maní, las cuales pasan por un procesado con el que se produce energía eléctrica, dejando como restante cenizas, que se convierten en un pasivo ambiental. Pensando en encontrarle una utilidad a estas cenizas, ingenieros cordobeses comenzaron a elaborar un proyecto para crear ladrillos para construcción.
La idea de utilizar la ceniza de la cáscara para elaborar ladrillos partió de un análisis de composición química realizada por el Ing. Mauro Uberto, de Rio Cuarto, en el que investigó a fondo el contenido de nutrientes de la ceniza para utilizarlas como fertilizante agrícola.
Enfocaron la investigación en desarrollar un ladrillo para construcción, convirtiendo así al maní no sólo como una fuente de alimento y energía sino también un elemento fundamental para la construcción.
Uberto, además de poner a disposición los resultados de los análisis, elaboró dos ladrillos con la ceniza que, de acuerdo al informe del Ingeniero, no deben tomar contacto directo con el suelo debido a sus características no solubles.
El Ing. Agrónomo Guillermo Cavigliasso, director de Prodeman, firma manicera ubicada en la localidad de General Cabrera, aseguró que a partir de lo investigado por Uberto, enfocaron la investigación en desarrollar un ladrillo para construcción, convirtiendo así al maní no sólo como una fuente de alimento y energía sino también un elemento fundamental para la construcción.
"Se lograron unos ladrillos ecológicos que son similares a los bloques de tierra compactados que se usan para construcción con muy buenos resultados", dijo Cavigliasso a Clarín y detalló que los ladrillos creados tienen una dimensión de 30 cm x 15 cm x 8 cm. Se pueden unir con el pegamento corriente que se aplica en los pisos, lo cual facilita y agiliza su uso para levantar paredes, galpones y otras construcciones.
El presidente de Prodeman asegura que al ser un ladrillo ecológico, con bajo costo, tendrá una buena demanda y su fabricación generará mano de obra.
Por su composición, se trata de un ladrillo de bajo peso, que demostró tener la resistencia suficiente como para soportar esfuerzos y cargas, se han evaluado: resistencia en húmedo, en seco, conductividad térmica, absorción de agua, valores de acústica, entre otras.
Una vez contando con la certificación correspondiente, los ingenieros tienen como objetivo construir una instalación desarrollada integralmente con estos ladrillos para que el público pueda conocerlos, tomen confianza y pueda reconocerse su utilidad para la construcción al igual que el ladrillo tradicional.
El presidente de Prodeman asegura que al ser un ladrillo ecológico, con bajo costo, tendrá una buena demanda y su fabricación generará mano de obra. Pudiendo convenientemente unir esas aristas positivas con la generación de aporte de valor desde un plano ambiental y social, desarrollado a partir del cultivo de maní.
"Podemos decir que del resultante de la quema de la cáscara de maní se industrializa un 100% de manera tal que siendo un cultivo muy industrial, ofrece la posibilidad de desarrollar una agricultura circular consistente", dijo Cavigliasso al medio.
La utilización de la cascara de maní para la generación de energía eléctrica puede generar energía suficiente para 1800 hogares. El resultante de su procesamiento, deja diferentes tipos de cenizas que pueden ser utilizadas para mejoras de caminos o para elaborar ladrillos.
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