La vigésimo quinta Cumbre del Clima (COP25), concluyó con la aprobación del documento “Chile-Madrid. Tiempo de actuar”.

En este acuerdo, que no incluye el artículo 6 sobre los mercados de carbono, se sientan las bases para que en 2020 los países presenten compromisos de reducción de emisiones (NDCs, por sus siglas en inglés) más ambiciosos para responder a la emergencia climática.

Marcada por las diferencias entre naciones e intereses dispares entre países pobres, más vulnerables al cambio climático, y los industrializados, mayores emisores de CO2, la COP25, presidida por Chile y que ha contado con la ayuda de España para minimizar los conflictos de las últimas horas de negociación , se quedó a medio camino de conseguir lo que quería: el desarrollo del artículo 6 del Acuerdo de París que pretende regular los intercambios de unidades de carbono.

Se requiere el compromiso efectivo de los 200 países, principalmente de EEUU, China, India y Rusia.

Según  la comunidad científica el origen antropogénico del cambio climático, es la descarbonización total en un horizonte cercano a 2050 constituye una meta viable.

Para esto se requiere el compromiso efectivo de los 200 países, principalmente de EEUU, China, India y Rusia, que son los mayores emisores de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso.

Tras la clausura de la COP25, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, aseguró que está “decepcionado con los resultados” de la conferencia de esta vigésimo quinta edición de la Cumbre del Clima, aunque anunció que “no se rendirá” en la lucha contra la crisis climática.

“La comunidad internacional  ha perdido una oportunidad importante de mostrar una mayor ambición en mitigación, adaptación y finanzas para afrontar la crisis climática“, lamentó el secretario general, en un comunicado en el que precisó que, sin embargo, “no debemos rendirnos”.

Guterres destacó que está más “decidido que nunca” a trabajar en que 2020 “sea el año en el que todos los países se comprometan a hacer lo que la ciencia nos está diciendo”: que es “necesario” ser neutrales en carbono para 2050 y “no ir más allá de los 1.5 grados de aumento de la temperatura del planeta”.

"No estamos satisfechos. Los acuerdos no son suficientes para afrontar con sentido de urgencia la crisis del cambio climático"

Por su parte la ministra chilena de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, reconoció el fracaso de la cumbre. "No estamos satisfechos. Los acuerdos no son suficientes para afrontar con sentido de urgencia la crisis del cambio climático"

En consecuencia, condicionados por la falta de compromiso de algunas de las principales potencias contaminantes, los representantes de los distintos países no han estado a la altura de la importante advertencia científica  sobre el calentamiento global. Queda pendiente para la cumbre de Glasgow que se celebrará dentro de un año