Ayer, durante un encuentro del Colegio de Abogados de La Plata la embajadora de Israel en el país, Galit Ronen, afirmó que “no puede ser que cada vez que le da ganas a la Argentina, Israel se queda sin carne”, en clara alusión a la interrupción de las ventas de carne vacuna como medida para el control interno de los precios.

A cuatro semanas del anuncio del presidente Alberto Fernández, el pasado 17 de mayo, la diplomática agregó que de no ser posible confirmar que se les venderá carne “de forma regular, vamos a buscar otros lugares”. Con estas declaraciones se encendieron las alarmas del sector y representantes de frigroríficos y del sector ganadero argentino mostraron su preocupación ya que consideran que perder a un mercado como Israel afectaría severamente a esta agroindustria.

Al respecto, los datos aportados por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) y la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra) informan que Israel es el segundo comprador de carne congelada más importante, después de China, además de ser un destino de cortes particulares que se complementan, por ejemplo, con las ventas de los cortes favoritos del mercado europeo.

En el primer cuatrimestre del año las exportaciones de carne vacuna a dicho país alcanzaron las 12.266 toneladas y en comparación con el mismo período en 2020 aumentaron un 18,2%. El valor de estas ventas fue de U$D84,2 millones, un 12% más interanual. Pero, con el comienzo de las restricciones, los embarques se redujeron un 35% y a diferencia de las 69.500 toneladas de carne de res con hueso exportadas a ese destino en abril, se colocaron en mayo 45.200 toneladas.

Ronen comentó que dada la situación mantuvo conversaciones con funcionarios del Gobierno nacional: “Hablé, y les sugerí que se nos dé una cuota como Hilton con la Unión Europea, o de carne kosher a Estados Unidos, pero esto es una solución que demora; hacer una cuota es un proceso legal que lleva tiempo". Asimismo, aclaró que nunca tuvo una confirmación firme acerca de su propuesta o una garantía que asegurara la provisión de carne a su país: “Nunca me dieron el sí. Supongo que ellos piensan que la solución está cerca por lo que no necesitan tener una solución especial para Israel”.

A sólo 5 días del vencimiento de la resolución 75/2021, el Gobierno todavía se encuentra definiendo si el cepo a la exportación de carne vacuna se extiende o se levanta. Según el análisis de María Julia Aiassa, analista del Mercado Ganadero de Rosario (Rosgan), la medida no reflejó los resultados esperados para sus promotores ni para sus detractores, que llevaron adelante el lockout de hacienda.

Desde Rosgan afirman que en el mes de mayo “el precio al público de la carne subió 6,1% respecto del mes anterior. A pesar de las bajas registradas en los últimos días, la media res de novillito y vaquillona para consumo se sigue descargando a los mismos valores en las carnicerías. Es decir, las bajas aún no están lo suficientemente consolidadas como para ser trasladadas a los mostradores”.

Respecto al sector ganadero, Aiassa afirma que “también hubo lecturas equivocadas respecto del grado de cohesión y respuesta esperada de toda la cadena de ganados y carnes”. En este sentido, concluyó que en esta falta de unidad, “el productor sigue siendo el eslabón más débil” y que el consumidor continúa “como espectador de una batalla carente de sentido, mientras su ingreso continúa erosionándose sin atisbo de solución”.

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