Hoy nos encontramos ante un día de emociones intensas, marcado por el cincuentenario del paso a la inmortalidad del Gigante de América. En este momento, reafirmamos con convicción un resonante "Presente mi General". A lo largo de cinco décadas, la obra y el sacrificio de Perón se elevan aún más, recordándonos que "los días más felices fueron, son y serán Peronistas".

En el presente, enfrentamos desafíos que contrastan con su visión transformadora. Nos encontramos ante un modelo extractivista y excluyente, un legado de la oligarquía y el cipayismo que se opusieron a la transformación social bajo su liderazgo. Nos queda su Doctrina y su ejemplo imperecedero, así como el legado de la compañera Eva Perón, quien dedicó su vida a las y los trabajadores y las capas populares, asegurando conquistas sociales admiradas globalmente.

Las leyes que consolidaron estas conquistas reflejan un humanismo cristiano aplicado al desarrollo socioeconómico, resistidas hoy por el poder económico transnacional y sus aliados locales. Ante este panorama, recae en el Movimiento Obrero Organizado la histórica responsabilidad de continuar la resistencia hasta reconquistar el poder para el pueblo.

Reconocemos con dolor la importancia estratégica de la unidad peronista y la distancia que aún debemos recorrer para alcanzarla plenamente. Nos comprometemos a perseverar en este camino, buscando reunirnos en la casa grande peronista, refugio contra los males perpetuados por los enemigos del pueblo desde los centros de poder.

Anhelamos la antorcha del General y la claridad de su Doctrina como guías en este camino incierto, conscientes del poder destructor de las mentiras y conspiraciones enemigas. Preferimos perecer defendiendo las conquistas del pasado que vivir sometidos al poder económico transnacional, que nos ve como una simple fuente de recursos mientras niega a nuestros hijos alimentación, salud y educación dignas.

Sabemos el desenlace de estos experimentos y entendemos nuestro papel en esta batalla. Este compromiso es nuestra modesta ofrenda ante la memoria del General, confiando en que la solidaridad vencerá al egoísmo, la comprensión a la indiferencia, y el amor será la base de la unión de las y los argentinos.

En este día conmemorativo, reafirmamos nuestro deber de continuar la lucha por una Argentina justa y soberana, en la cual el legado de Perón y Eva Perón siga iluminando el camino hacia un futuro más humano y equitativo para todas y todos.