Hoy se celebra el día de San Isidro Labrador, patrono de los agricultores y ganaderos
Por Pamela Portigliatti | 15-05-2020 01:15hs
Hoy sin celebraciones ni homilías, esta fecha destaca una vez la importancia del trabajo que hombres y mujeres continúan haciendo en el marco de la pandemia de COVID-19. Esenciales para la mesa de cada argentino, para la integración de nuestro país al mundo, a casi 2 meses del aislamiento social, preventivo y obligatorio los productores y trabajadores rurales continúan en marcha demostrando compromiso, responsabilidad y solidaridad.
San Isidro es considerado patrono de los hombres y las mujeres que dedican su vida al trabajo en el campo. Siendo niño se empleó como peón en un campo; trabajaba la tierra y pastoreaba animales. Además se le atribuye a este santo una estrecha relación con el agua, ya que la encontraba con facilidad aún en los terrenos más áridos.
Según cuenta la historia del patrono de los agricultores y ganaderos, Isidro nació en 1082 en un pueblo grande de España, que hoy resulta ser su capital, Madrid. Allí se casó, tuvo un hijo y dedicó su vida a su familia, labrar la tierra, rezar y ayudar a todo aquel que fuera por él con un pedido de ayuda.
Se le atribuyen varios milagros. La catedral de San Isidro, en la provincia de Buenos Aires, comparte algunos de los relatos de su vida:
“…Por ejemplo, un día sus compañeros de trabajo lo acusaron ante el patrón, diciendo que se dedicaba a rezar y no trabajaba. Este, llamado Juan de Vargas, lo espió para ver si era cierto. Observó que se levantaba temprano y recorría varias iglesias antes de ir al campo. Además, a veces interrumpía el trabajo para rezar. Pero también vio cómo unos ángeles araban en su lugar cuando Isidro oraba. En lugar de sancionarlo, el patrón alabó a Dios que protege a quienes confían en Él.
En otra oportunidad, llevaba al molino unas bolsas de trigo para moler y vio unas palomas en los árboles. Era invierno y había nevado. Isidro se dio cuenta que ellas podían morirse de hambre y volcó una buena cantidad de trigo en tierra para que se alimentaran. Su compañero se burló de él por derrochar el grano. Sin embargo, cuando llegaron al molino, no faltaba trigo en su bolsa y al molerlo, obtuvo más harina que su compañero”.