El Frente de Todos buscará hoy dar tratamiento y media sanción en Diputados al proyecto de ley “Aporte solidario y extraordinario para ayudar a morigerar los efectos de la pandemia”, conocido como impuesto a la riqueza, que ha provocado un rechazo generalizado del mundo agropecuario y agroindustrial.

El 28 de agosto pasado, los diputados Máximo Kirchner y Carlos Heller presentaron el proyecto de “Impuesto a la riqueza”, que fue planteado como un aporte único y extraordinario. Desde el oficialismo se comenzó a trabajar en esta iniciativa, mientras que  la discusión con el sector comenzó a perder fuerza.

Frentes a esto, la oposición, empresarios y productores agropecuarios manifestaron su resistencia al mencionado Proyecto de ley. En este sentido, argumentaron que va a generar un mayor freno económico y señalaron que no es justo un impuesto de estas características en el contexto actual.

El proyecto comenzó a debatirse y fue aprobado en las diferentes comisiones que tuvo que atravesar siendo el diputado Carlos Heller el vocero del mismo. Finalmente, hoy el proyecto será tratado en una sesión especial que por sus características se espera que dure más de 10 horas. La iniciativa propone cobrar una alícuota a aquellas personas humanas que posean un total de bienes que sea igual o mayor a los $ 200 millones de pesos.

Rechazo del campo

Desde el campo sostienen que la iniciativa “grava el capital de trabajo, los bienes de cambio, la maquinaria y todos los demás activos que, en su conjunto, son la base de producción y desarrollo de la Argentina”. Así lo destacaron desde la Fundación Barbechando, entidad que sigue de cerca el tratamiento de los temas del Agro en el Congreso de la Nación.

Por su parte, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Daniel Pelegrina, cuestionó  el proyecto oficial de "Aporte Solidario y Extraordinario" y en una entrevista dijo: "Es un impuesto más, se lo quiere presentar como una contribución de los más ricos, pero sabemos lo que pasa con todos esos gravámenes únicos, se quedan para siempre".

La Bolsa de Cereales, a través de un comunicado expresó su preocupación: “Aporte solidario y extraordinario para ayudar a morigerar los efectos de la pandemia; en el marco de una economía que posee una alta presión impositiva, no hay espacio en Argentina para incrementar impuestos".

Respecto a las consecuencias que generaría al aprobarse este nuevo impuesto indicaron que "impactará sobre las empresas agropecuarias, grabando sus activos, incluso aquellos destinados a la producción. Empresas que además deben soportar la carga de altos derechos de exportación, cuyas alícuotas aumentaron en el inicio de la campaña 2019/20, afectando negativamente las decisiones de siembra e inversión en tecnología", detallaron, y entre otras consecuencias, mencionaron además que el sector se enfrenta ya a dos campañas consecutivas de caída en sus principales indicadores. "Debe agregarse que, debido a la sequía que estamos enfrentando, la coyuntura se presenta desfavorable para la mayor parte de las empresas agropecuarias", enfatizaron desde la entidad.

A la preocupación del sector, se sumaron las palabras expresadas por la Federación Agraria (FAA), durante el fin de semana: "El mal llamado “impuesto a la riqueza”, es en realidad, un tributo de carácter confiscatorio, que atenta contra la inversión, la incorporación de tecnología y la creación de empleo, en un momento en que la Argentina lo necesita desesperadamente. Es decir que, en un intento de resolver el enorme déficit fiscal, producto de sostener un gasto público que no sólo no se aminoró durante la crisis sino, por el contrario, crece día a día, afectaría irremediablemente los recursos que hoy tiene el sector agropecuario para motorizar la economía y alcanzar el crecimiento a mediano y largo plazo".

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