opinión

Inocuidad alimentaria: una responsabilidad compartida

Por Jorge Meza, Oficial Superior de Políticas para América Latina y el Caribe, representante de la FAO ad interim en Argentina y en Uruguay. Al momento de comer, ¿cómo sabes que los alimentos que consumís son inocuos?

Por Redacción El Agrario | 20-06-2023 07:30hs

Cada año, una de cada 10 personas en el mundo se enferma por ingerir alimentos contaminados, siendo que los niños menores de cinco años representan el 40% de la población afectada por las enfermedades transmitidas por los alimentos.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la inocuidad alimentaria es la garantía de que los alimentos sean seguros y aptos para el consumo humano. Por eso, si un alimento no es inocuo, no es considerado un alimento.

La inocuidad es un concepto crucial en la industria alimentaria, con fuerte impacto en la salud pública. La alimentación es la tercera necesidad humana básica, después del aire y del agua. Por lo tanto, es elemental prevenir, reducir y eliminar los riesgos y peligros asociados con los alimentos, desde la producción hasta el consumo final.

La implementación de buenas prácticas agrícolas, de sistemas de control de calidad y de higiene en la producción, manipulación y almacenamiento de alimentos, es esencial para prevenir la contaminación y controlar enfermedades transmitidas en estos. Esto se logra a través de la promoción de políticas y regulaciones adecuadas en el sector alimentario.

La mayoría de las enfermedades transmitidas por los alimentos son evitables con una manipulación adecuada en todos los niveles, para lo cual se requiere información y educación de las personas que producen, transportan, procesan y consumen los alimentos. Como la inocuidad de los alimentos se ve afectada por la salud de los animales y las plantas, y condiciones del medio ambiente en el que se producen, la adopción de un enfoque integrador como el de "Una salud"  apoyará la disponibilidad de alimentos inocuos.

La inocuidad alimentaria es una responsabilidad compartida entre gobiernos, productores, elaboradores, distribuidores y consumidores. Nuestra confianza en lo que consumimos se justifica cuando los que participaron en la elaboración de alimentos siguieron normas alimentarias, es decir, criterios que deben cumplir para garantizar la inocuidad.

Un órgano esencial de establecimiento de normas internacionales de inocuidad y calidad alimentaria es la Comisión del Codex Alimentarius (Codex). Se trata de una instancia en la que participan representantes de 188 países miembros y la Unión Europea, para velar por que los alimentos sean inocuos. La Organización Mundial del Comercio (OMC) también utiliza las normas del Codex como referencia.

La Comisión actualiza el Codex cada año y añade nuevas normas, o bien actualiza las existentes cuando se dispone de nuevos datos. Este 2023 cumple 60 años y celebra que las normas alimentarias definan el camino para lograr alimentos inocuos.

La FAO trabaja en colaboración con otros organismos para promover la inocuidad alimentaria a nivel mundial y desarrollar estándares que contribuyan a la protección de los consumidores, como, por ejemplo, la aplicación de normas sobre cuestiones como el etiquetado nutricional y de alérgenos, para que los consumidores sepan sobre la calidad de los alimentos que consumen.

Las normas alimentarias también conforman uno de los pasos para institucionalizar una política de prevención y reducción de pérdidas y desperdicios de alimentos (PDA). Entre varios desafíos que esto implica, el mes pasado la FAO participó del desarrollo de una Guía para Mercados Mayoristas Frutihortícolas en Argentina, junto a la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) y el Ministerio de Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires (MDA). La Guía aborda la problemática de las PDA en productos frescos para lograr soluciones viables y sostenibles.

No importa quién seas ni a qué te dediques, desempeñás una función importante para que el consumo de alimentos sea seguro. Cada uno, desde nuestro lugar, debemos promover la sensibilización acerca de este tema.

No existe seguridad alimentaria sin inocuidad alimentaria. Solo cuando un alimento es inocuo puede satisfacer las necesidades nutricionales y ayudar a las personas a mantener una vida activa y sana.

 

Por Jorge Meza, Oficial Superior de Políticas para América Latina y el Caribe, representante de la FAO ad interim en Argentina y en Uruguay / Télam.

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