Jujuy, lista para dar un importante salto en materia de desarrollo económico
El Agrario conversó en exclusiva con Exequiel Lello Ivacevich, ministro de Desarrollo Económico y Producción de la provincia de Jujuy. A través de esta entrevista, pudimos adentrarnos en la realidad de una provincia con mucho atractivo turístico y con gran potencial de crecimiento que ya está desarrollando nuevas alternativas de producción.
Por Gabriela Simonotti | 08-08-2021 10:58hs
En nuestra entrevista con el ministro Exequiel Lello Ivacevich, de Desarrollo Económico y Producción de la provincia de Jujuy, tuvimos la oportunidad de interiorizarnos sobre las metas de su gestión, los desafíos de su rol, los nuevos cultivos que amplían la matriz productiva de la provincia, la incorporación de los pueblos originarios a la economía formal, el apoyo a los emprendedores y productores y otros temas pertinentes a la cartera productiva.
-¿Cuáles son los objetivos de tu gestión?
-Nosotros en lo que tiene que ver con la gestión, nos encontramos con que asumimos en el año 2019 y vino una pandemia tres meses después, con lo cual tuvimos un gran trabajo, primero de contención de la economía, que por suerte, todo lo que tiene que ver con la cuestión agrícola-ganadera fue declarada esencial. Y gracias a eso, pudimos contener bien a la agricultura y los diversos sectores, sobre todo, a los sectores de hortalizas, el cañero, el tabacalero, que son los sectores más prominentes que tiene la provincia.
Y como gestión, trabajar, sobre todo, en lo que se conoce como la gran agricultura y extender las cadenas de agroindustria dentro de la provincia. Jujuy es una productora históricamente de productos primarios y con bajo grado de industrialización; eso lo que hace es que vendamos materia prima, la cual es barata, y que compremos productos elaborados que son caros. Entonces esa balanza comercial de la provincia es, en muchos sectores, negativa. Y uno de los objetivos de la gestión es, justamente, poder integrar y alargar esas cadenas de valor sobre la agricultura y la ganadería dentro de la provincia, para generar empleo y también para hacer más sustentables las cadenas agrícolas.
-¿Cuáles son los productos que más se producen en la provincia? Entiendo que tienen algunas producciones nuevas, ¿no?
-Históricamente, Jujuy fue siempre una gran productora de tabaco y de azúcar, que seguimos teniendo, pero hemos avanzado también sobre nuevas producciones. Estamos apoyando cuestiones innovadoras en la provincia. La semana pasada visitamos una productora que está generando, por ejemplo, lo que tiene que ver con la moringa y también con otros cultivos que no son propios de la zona y que se están llevando como ensayo y funcionando muy bien.
En el tema frutas, por ejemplo, estamos desarrollando, en la zona de Palma Sola frutas, variedades que vienen del sudeste asiático como la pitaya, como la carambola. Estamos trabajando en esos sectores, que son de nicho, pero que son grandes oportunidades de mercado para la diversificación productiva que pretendemos de la provincia.
El tabaco y el azúcar son dos mercados que hoy están bastante resentidos por los precios internacionales y eso nos ha impulsado también a pensar en una reforma en la matriz productiva que nos permita desandar nuevos mercados. Y, por ejemplo, acá ha crecido muchísimo el sector citrícola. Hoy, Ledesma es una empresa líder en lo que tiene que ver con la exportación de cítricos y creo que vamos hacia eso, hacia poder ir diversificando la matriz productiva porque mientras más diversificada esté, más fuerte es la economía porque no depende del precio especifico de uno o dos productos, sino que tenemos muchísimos productos que van sosteniendo y van permitiéndole también al productor tener alternativas de producción.
-Entiendo que también tienen el tomate chilto y la espirulina, ¿es así?
-Claro, el tomate chilto es el que está en los valles, es un producto sustentable que tiene que ver con nuestros bosques nativos. Nosotros estamos haciendo un plan de comercialización sobre el chilto porque tenemos una planta ya radicada en Valle Grande, que es otra de las lógicas que tiene la gestión de gobierno, la de desarrollar oportunidades en todos los sectores de la provincia.
Es tratar de no concentrar los grandes capitales y para eso estamos desarrollando todo lo que tiene que ver con la difusión de nuestras actividades, a través de las redes del Ministerio que ahora tienen bastante repercusión. Además, particularmente trabajar los canales de comercialización, porque muchas veces uno se esmera en tener un producto de calidad, pero pocas veces se fijan si el mercado lo está requiriendo. Entonces, con el chilto es algo que vamos a desarrollar y estamos trabajando tanto con un puesto en el mercado que tiene el Ministerio de Producción para darle difusión, como también con mercados que, a partir de esta difusión, se fueron abriendo y es ese el objetivo.
Jujuy tiene mucho que aportar con el tema de superalimentos. Ahora vamos a trabajar fuerte con el yacón que es otro producto que tenemos. Además son productos que quedaron olvidados, que no han sido objeto de investigación y que, ahora, con este cambio de visión, estamos tratando de revalorizar lo nuestro y de trabajar cadenas de comercialización, porque hay mercados internacionales que los demandan. Ahí está la oportunidad de poder trabajar en que nuestros productores puedan llegar con la menor cantidad de intermediarios a esos mercados internacionales, porque eso fortalece el entramado productivo y permite la reinversión, que históricamente, como te decía anteriormente, al salir productos primarios de Jujuy, la cadena de intermediarios era tan larga que al productor, muchas veces, ni siquiera se le pagaba lo que le había costado producir, y eso ha generado en muchos lugares una dependencia de nuestros productores de estos entramados de intermediarios que les pre-financian las producciones, les compran a un precio y los tienen en una rueda que no les permite poder avanzar en la producción. Y prueba de ello es que Jujuy tiene un 80% de agricultura familiar, que es una tendencia que hay que empezar a revertir.
-Vi que están desarrollando el e-commerce con Mercado Libre y con la Universidad de Ingeniería de Jujuy, ¿es correcto?
-Sí, sí. Para Jujuy, que históricamente se planteó que estaba lejos de los puertos y lejos de los grandes centros de consumo, claramente el e-commerce es una herramienta de democratización y que permite que un productor aprenda a vender en una plataforma como Mercado Libre. Esto le permite directamente establecer el contacto productor-consumidor y eso le hará recibir un mejor precio.
Trabajamos el primer convenio junto con la gente de Mercado Libre, que lo vamos a hacer con la Universidad de Jujuy, y dentro de poco, tenemos una primera charla de cómo vender en esa plataforma, que tiene que ver con desarrollar las capacidades de lo que se viene a futuro. El e-commerce ha llegado para quedarse, la pandemia aceleró la socialización en las personas, creo que ha atravesado a todas las franjas etarias, y eso a nosotros, como Jujuy, por la posición que tenemos geográficamente, y porque los grandes centros de consumo hoy están en las zonas centro del país, nos permite una gran ventana para mostrar nuestra producción y poder potenciarla hacia todo el país.
Tuve una reunión con artesanos de Tilcara, lugar en el que obviamente la baja del turismo les impidió la venta física, pero mucha gente que ya conocía su producción, les pedía que le vendiera a través de alguna plataforma. Ahí hemos podido advertir que hay demanda de nuestros productos, y que, obviamente, con la alianza con Mercado Libre, la tienda Jujuy Energía Viva, que es una tienda que hemos creado desde la provincia para poder darle plataforma a nuestros productos representativos, nos permite potenciar nuestra economía, y sustituir esa compra que anteriormente la hacía el turista que venía.
-¿De qué se trata la escuela de capacitación EDEP y cuáles son sus objetivos?
-Es la escuela de Desarrollo económico y Productico y su concepto surgió básicamente de dos cuestiones que advertimos el año pasado. La primera es que, en la pandemia, se había hecho una prohibición de despidos, pero esa prohibición de despidos alcanzaba al empleo formal, no al empleo informal. Mucho del entramado del NOA, sobre todo, es informal, con lo cual mucha gente perdió su trabajo y no le quedó otra alternativa que empezar a emprender, y quizás tenían alguna habilidad, pero no sabían hacer un proyecto de negocios o no sabían vender justamente por redes sociales. Ese fue uno de los primeros cursos que armamos. Entonces el concepto de EDEP fue, inicialmente, poder contener a esos nuevos emprendedores en este cambio brusco que existió el año pasado, donde realmente un emprendedor no tenía feria en donde mostrar sus productos y demás, y ahí, creo que trabajamos mucho para poder acercarle las herramientas. Porque, si bien puede hacerse un convenio con Mercado Libre para que la herramienta esté disponible, si el emprendedor no sabe utilizarla, la política pública no tiene la efectividad necesaria.
Empezamos a trabajar junto con otros institutos, con la Universidad Católica de Córdoba y con varias entidades de formación, y empezamos a dar cursos gratuitos, que son 100% online. Terminamos teniendo inscriptos de todo el país y eso creo que ha demostrado que lo que advertimos en Jujuy estaba pasando en todo el país, que es la necesidad de capacitarse, porque todo lo que tiene que ver con la capacitación empresaria generalmente es muy caro y muchas veces son programas muy largos. Y a veces. el emprendedor necesita capacitarse en algo específico, y esa es la lógica con la que hemos armado EDEP.
Ayer estuve justamente con el Cónsul austríaco que va a estar también dando una capacitación sobre el tema de gerenciamiento en estos nuevos tiempos de pandemia. Y esto nos permite poder acercarle experiencias, contenido e información a un conglomerado de gente que lo necesita, y que muchas veces no tiene el dinero para poder hacer una maestría o algún curso más elevado, y esto lo vemos como el primer escalón para acercar a ese emprendedor que tiene una idea. Luego, tenemos convenios con varios institutos en los que los egresados de nuestra escuela tienen descuento para poder profundizar conocimientos, ya a través de una institución académica y en el sentido formal. Esta es una de las políticas que hemos aplicado desde el año pasado y que realmente ha tenido un crecimiento importante, que también nos hace subir la vara respecto al contenido que tenemos que poner a disposición.
-¿A la EDEP la organizaron ahora en tiempos de pandemia?
-La EDEP era una escuela que había existido en su momento, que había perdido vigencia y que nosotros la hicimos totalmente virtual, porque avanzamos en agosto, cuando no podíamos tener clases presenciales. Entonces, el gran desafío fue transformarla en una escuela virtual. En el último llamado teníamos inscriptos de casi todas las provincias, faltaban de una o dos, pero creo que era de la totalidad de las provincias del país, y entiendo que esa potencialidad se la dio el haberla armado de manera virtual.
Los contenidos son todos armado con técnicos del Ministerio. Eso fue el valor agregado. La idea que trabajamos no fue comprar un software sino que se desarrolló desde el área de cómputos del Ministerio, con técnicos del Ministerio y con las colaboraciones de otras instituciones. Como gestión entendemos que la capacitación es uno de los ejes más necesarios, no solamente la financiación. Porque muchas veces se financian proyectos y las personas que están a cargo de esos proyectos no están capacitadas y los proyectos fracasan. Entonces, tenemos la lógica de que todo financiamiento tiene que ir acompañado de capacitación para permitir que esos fondos que, además, son públicos, tengan el verdadero impacto que necesitamos como Ministerio que es la generación de empleo y la supervivencia de los proyectos.
-¿Están trabajando en el Plan Ganadero Federal?
-Sí, nosotros estuvimos la semana pasada con el Consejo Federal Agropecuario, y ahí propusimos la incorporación de la cadena de camélidos que no estaba prevista en el acuerdo original del plan federal. Estamos integrando, ahora, la mesa del plan federal.
Con respecto a lo que se está trabajando a nivel nacional, hemos solicitado, primero, que haya cupo por provincia, porque muchas veces estos planes se anuncian de manera federal, se ponen a disposición ciertos fondos y rápidamente son consumidos en los lugares donde hay mayor cantidad de posibilidades de formular un proyecto o de mayor infraestructura, y, en mi opinión, cuando un plan es federal lo tiene que trabajarse desde la periferia al centro, y no del centro a la periferia, porque ese es el verdadero desarrollo federal. Así que estamos trabajando con eso: ahora vamos a empezar un programa desde el Ministerio para salir a territorio, a los 60 municipios que tenemos, para socializar el programa de ganaderos, porque nosotros en Jujuy no solamente tenemos la ganadería bovina, que no es una de nuestras fortalezas, sino que tenemos la porcina, la avícola, la ovina y los camélidos.
Entonces la idea es poder cambiar el paradigma histórico porque cuando uno habla de Plan Ganadero piensa solamente en la carne vacuna, y queremos hacer un plan verdaderamente integral que contemple todo el ganado que se produce en la provincia. En ese sentido, vamos a hacer estas reuniones con los propios productores para poder sacar conclusiones de cuáles son las necesidades. Porque las necesidades en todas las cadenas ganaderas son bastantes transversales, independientemente, si es vacuno o porcina, porque tiene que ver con el financiamiento, con el acceso a la infraestructura, con el forraje, con el tema del agua que es toda una cuestión en provincias como la nuestra. La idea es poder trabajar el plan federal y aquello que no esté contemplado en él, hacer el esfuerzo de generar el plan provincial y generar esa sinergia de tener ese doble plan, que se complementen, no que se superpongan, y que nos permita desarrollar nuestra ganadería.
Sobre todo, porque mucho de lo que nosotros hoy vendemos en otros productos agrícolas lo perdemos trayendo carne a la provincia, y tenemos potencialidad y sectores donde podemos realmente hacer un cambio que nos permita que ese dinero, que hoy se va en comprar en otras provincias, pueda quedar dentro de la provincia generando empleo y desarrollo.
-¿Están con un proyecto de fibra vicuña para la industria textil en Italia?
-Sí, hemos mandado muestras de vicuña para Italia. La idea es poder acompañar a las comunidades en un vínculo comercial para poder aprovechar esa fibra que es tan valorada en el mundo por sus condiciones particulares. Hemos mandado esa muestra, que tiene como objetivo el análisis en Italia y, posteriormente, si se puede realizar una operación, la idea es acompañar también a las comunidades aborígenes. Porque acá en Jujuy, lo que tiene que ver con la fibra de vicuña pertenece a las comunidades originarias; solamente un 10% pertenece al Estado provincial. Y creemos que el gran desafío que tenemos ahí es poder desarrollar cadenas comerciales formales, porque al ser un producto muy buscado, lamentablemente, tanto Salta, Catamarca como Jujuy, tenemos problemas por la caza furtiva y la esquila del mercado ilegal que va hacia Perú y hacia Bolivia.
Nosotros creemos que desarrollando mercados formales y trabajando de mejor manera en territorio con las comunidades, formalizando esas cadenas, primero logramos que las comunidades puedan tener su desarrollo, porque estas comunidades están siempre en lugares muy alejados, donde les falta acceso a determinada infraestructura. Y creemos que estas cadenas permitirían poder empezar, también, a atraer inversiones que hagan que se pueda vivir mejor. Pero por otro lado, también creemos que tenemos que trabajar muy, pero muy fuerte en el desarrollo de esta marca Jujuy sobre este tipo de productos que permita, además, darle un valor agregado y que eso sea otra de las fuentes de exportación de la provincia.
-Siguiendo con lo que decías, poder incorporar a los pueblos originarios en la economía convencional es todo un desafío, ¿No? ¿Ellos solían vender al turismo a través de las ferias artesanales?
-Así es. Jujuy es la provincia con mayor cantidad de comunidades originarias del país, y la verdad es que es un gran trabajo la integración de ellos a la economía formal. Hay nuevas generaciones dentro de las comunidades aborígenes que van empezando a tener otras visiones, y eso también permite poder acercarlos a la economía.
Muchas de las comunidades están radicadas en sectores de la minería y realmente el desarrollo se los ha dado la minería. Nosotros, por ejemplo, en el departamento Susques, tenemos una inversión de más de mil millones de dólares donde se ha tomado mucha gente de las comunidades, se han contratado empresas de las comunidades. Esto permite empezar a trabajar el ingreso al entramado productivo y también eliminar esa barrera histórica que siempre se tuvo de esa, quizás, desconfianza de entrar a los mercados y que sean estafados, o que no puedan conseguir las condiciones justas, y ahí nosotros trabajamos mucho desde el Ministerio en acompañarlos. Justamente, esto de la vicuña tuvo que ver con eso, con poder trabajar con ellos, asesorarlos, acompañarlos, fijar un precio justo que les de confianza y que les permita desarrollar el mercado.
La entrevista continuará en una segunda entrega.
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