Desde el espacio político Juntos por el Cambio presentaron un documento donde expresan su rechazo a las medidas que alteran o perjudican el trabajo y el progreso de los sectores agroindustrial y agroalimentario. Afirman que todas estas medidas contrarias al desarrollo no afectan sólo al productor agropecuario, considerado erróneamente por el Gobierno como un “sujeto privilegiado”. Por el contrario, los verdaderos afectados son los cientos de miles de trabajadores y trabajadoras que forman parte de un circuito productivo gigante.

Citan al propio Ministerio de Economía de la Nación, el cual detalla que “el universo de personas involucradas en el ámbito agropecuario representa el 30,6% de los puestos de trabajo registrados en el sector privado, de un total de 10,5 millones. Es decir, la agroindustria genera más de 3 millones de empleos directos y otros tantos indirectos, con una característica única y virtuosa: su amplia distribución y cobertura territorial es un factor esencial para evitar la concentración de trabajo en grandes centros urbanos”.

Cada medida que apunta contra el campo implica una herida de muerte a la economía del país.

A estos datos, desde Juntos por el Cambio agregaron que, en medio de la crisis que afecta al país, el sector agroindustrial es el que está en mejores condiciones para sostener al mercado interno y seguir generando las divisas que tanto necesita el país. Es por eso que reafirmaron: “Los sectores agroindustrial y agroalimentario son parte de la solución a los problemas del país, no parte del problema”.

En el documento presentado, elaborado por la Fundación Pensar, Fundación Alem y el Instituto Hannah Arendt, se asegura “que cada medida que apunta contra el campo implica una herida de muerte a la economía del país”. Esto se sostiene en que el sector agroalimentario, pesquero y forestal aportan, en conjunto, el 41% de los ingresos tributarios de la Argentina y generan el 60% de las exportaciones.

Todo esto lleva a las Fundaciones a proponer la necesidad de un cambio que toman como algo fundamental y urgente: “Exigimos terminar con medidas económicas e impositivas distorsivas, tomadas de forma espasmódica, que solo producen mayor desequilibrio y profundizan la falta de previsibilidad, tan necesaria para llevar adelante cualquier emprendimiento productivo e incentivar la innovación. Es imperioso dejar de aplicar parches coyunturales -como el tipo de cambio múltiple- e ir por una reforma fiscal integral que incluya la simplificación del sistema, elimine impuestos regresivos y distorsivos, sea equitativa para todos los actores, disminuya la carga impositiva total e incentive la inversión y la productividad”.

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