Con un enorme potencial el kiwi logró afianzarse y encontrar su lugar entre las clásicas frutas argentinas. Su producción se presenta en plantas de casi 2 metros de altura, que se conducen en su mayoría como un parral. Es una fruta rica en sabor y beneficiosa para la salud por sus aportes de Vitamina C, E,  al sistema inmunológico y sobre todo por sus propiedades antioxidantes. ¿Pero qué se sabe de la producción de este fruto?

El Agrario entrevistó a Alejandra Yommi, especialista en fisiología y tecnología de poscosecha de frutas y hortalizas. Sus inicios fueron en INTA en la Experimental de San Pedro, con naranjas de ombligo, duraznos y tomates. Y hoy con más de 10 años de  trabajo en la producción del Kiwi, es responsable del Laboratorio de Calidad y Poscosecha de Frutas y Hortalizas del INTA Balcarce.

En los últimos años, la producción nacional de kiwi tuvo un crecimiento sostenido, en especial en los alrededores de la ciudad de Mar del Plata, al sudeste de Buenos Aires. “Conozco bastante bien la zona del sudeste de la provincia, hay alrededor de 550 hectáreas, y es la zona más importante, la mitad de la producción nacional proviene de esta zona”, indicó la especialista y amplió: “Además, hay núcleos productivos, alrededor de La Plata, en el corredor Baradero, San Pedro, Mercedes y muy poco en otras provincias, como Córdoba y Tucumán, dónde hay producciones chicas”.

Lo estimado es entre 8000 y 9000 toneladas anuales, sin poder cubrir aún la demanda del mercado interno.

Si bien son altas las expectativas por la cosecha y la producción de kiwi crece a ritmo continuo, Yommi indicó que no hay cifras oficiales sobre la producción: “Lo estimado es entre 8000 y 9000 toneladas anuales, sin poder cubrir aún la demanda del mercado interno, con lo cual se importa fruta mientras hay producción nacional en el mercado y en mayor medida, cuando nos quedamos sin fruta en las cámaras de frío (desde diciembre a marzo).El mercado se abastece del Hemisferio Norte (Italia principalmente) y de Chile para cubrir la demanda interna”.

El Kiwi logró posicionarse internacionalmente como una fruta novedosa, con muchas propiedades que lograron instalarlo en todo el mundo. Según la técnica de INTA, el kiwi también se ha ganado un lugar importante en el consumo nacional: “se estima que el consumo es de medio kilo por habitante y por año. Se ha incorporado a la compra cotidiana a pesar de su precio que suele ser elevado”, resaltó Yommi.

En relación a las posibilidades de exportación explicó que si bien la producción todavía no alcanza a cubrir la demanda del mercado interno, hay posibilidades de exportación en contra estación a Europa, principalmente Italia y España. "El volumen de exportación es pequeño, pero ha aumentado en los últimos años en forma creciente”.

Hay una gran oportunidad de exportación y un mercado interno que demanda y consume kiwi durante todo el año.

Además agregó que esta temporada de cosecha 2020 hubo un grupo de productores de la zona, que se juntaron para exportar 12 contenedores de kiwi fresco a Italia, sumado a la presencia de una importante empresa exportadora de frutas en la zona que también envía grandes volúmenes a Europa. “Hasta el 2016, el volúmen de kiwi exportado era de alrededor de 400 t, se duplicó en el 2017 y 2018 y hoy estamos llegando a 2000 t. Hay una gran oportunidad de exportación y un mercado interno que demanda y consume kiwi durante todo el año”, precisó.

Por último Alejandra Yommi hizo referencia a las grandes posibilidades de seguir creciendo como producción y a los desafíos que se presentan a la hora de invertir en este prometedor fruto: “no se debe dejar de lado que es una inversión muy alta la que se requiere por hectárea, se inmoviliza mucho dinero. El retorno del dinero lleva tiempo.” Y agregó: “Es un negocio interesante para aquel que puede invertir y esperar unos años para empezar a recuperar la inversión y empezar a ganar dinero”.

Entrevista Alejandra Yommi, responsable del Laboratorio de Calidad y Poscosecha de Frutas y Hortalizas del INTA Balcarce, Buenos Aires:

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