La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) declaró que la crisis provocada por la pandemia de la COVID-19 incidirá, en el mediano plazo, con cambios estructurales en la organización productiva, el comercio internacional y el actual modelo de globalización.

Alicia Bárcena, es Secretaria Ejecutiva de la Comisión y la responsable de la presentación del informe sobre el seguimiento de los efectos económicos y sociales de la actual crisis derivada del impacto del coronavirus en la región. En el día de ayer, dio a conocer  las nuevas proyecciones de crecimiento para cada uno de los países miembros de la Comisión. La crisis que sufre la región este año, con una caída del PIB de -5,3%, será la peor en toda su historia.

Los efectos de la COVID-19 generarán la recesión más grande que ha sufrido la región desde 1914 y 1930.

El documento plantea además, que la crisis del coronavirus se ha transmitido a América Latina y el Caribe a través de los siguientes canales: una reducción del comercio internacional, la caída de los precios de los productos primarios, la intensificación de la aversión al riesgo, el empeoramiento de las condiciones financieras mundiales, una menor demanda de servicios turísticos y una reducción de las remesas.

Bárcena declaró a la prensa que “Los efectos de la COVID-19 generarán la recesión más grande que ha sufrido la región desde 1914 y 1930. Se prevé un fuerte aumento del desempleo con efectos negativos en pobreza y desigualdad”

El informe muestra que la tasa de desempleo se ubicaría en torno al 11,5%, lo que conlleva un aumento de un 3,4% respecto a 2019. Los desempleados alcanzarán a unos 37,7 millones de personas, 11,6 millones más que el año anterior. Y citó a la alta tasa de informalidad laboral como un factor fundamental.

Sobre la pobreza, el informe revela  que, con 28.7 millones de nuevos pobres, la tasa aumentará este año del 30,3% al 34,7%, en una región donde viven 626 millones de personas. La extrema pobreza se elevará del 11% al 13,5%, lo que representa un incremento de 16 millones de personas en esta categoría.

La interrupción de las cadenas de valor, producida por la pandemia, impactará con mayor intensidad en las economías de Brasil y México, que poseen los sectores manufactureros más grandes de la región.

En tanto, en América Central la caída sería de -2,3%, afectada por la caída en el turismo y la reducción de la actividad de Estados Unidos, su principal socio comercial y fuente de remesas; mientras que el Caribe se contraería en -2,5%, debido a la reducción de la demanda de servicios turísticos.

Entre los países más afectados, la CEPAL ubicó a Venezuela, con -18%; México, Argentina y Ecuador, con -6,5%; Nicaragua, -5,9%, y Brasil, con -5,2%.

La titular de la CEPAL se refirió, además, a las medidas que debe adoptar la región para hacer frente a este escenario, donde destaca la necesidad de acceso a financiamiento externo en condiciones de emergencia.

Se requiere repensar el modelo de inserción de la región y las alternativas de reactivación.

Alicia Bárcena abogó igualmente, porque la región dependa menos de manufacturas importadas, que se promuevan redes de producción y que se genere una gobernanza internacional más inclusiva. Agregó, que la desigualdad de género se acentuará con medidas como el cierre de las escuelas, el aislamiento social y el aumento de personas enfermas, pues aumentará la sobrecarga de trabajo no remunerado de las mujeres.

“Se requiere repensar el modelo de inserción de la región y las alternativas de reactivación a la luz de los cambios estructurales que ocurrirán en la globalización y el mundo post COVID-19”, agregó la alta funcionaria de las Naciones Unidas.