La cerealera Díaz y Forti, ligada a Vicentin, se presentó en concurso de acreedores
La ceralera Díaz y Forti operaba la planta de Vicentin hasta diciembre, cuando fue suspendida del registro oficial (RUCA) para operar por deber 200 millones de dólares sobre liquidaciones de divisas.
Por Marcelo Frankel | 13-02-2021 03:00hs
La cerealera Díaz y Forti, perteneciente al “Grupo Olio” que hasta el mes de diciembre operaba con contratos a fasón la planta de Vicentin en San Lorenzo, se presentó en concurso preventivo de acreedores. El hecho sucede después de 70 días de haber sido suspendida del Registro Único de Operadores de la Cadena Agroindustrial (RUCA).
Para la concursada Vicentin, la ahora también concursada Díaz y Forti fue una herramienta clave, a través de la cual, pudieron seguir facturando a lo largo del 2020, hasta que por deficiencias en la liquidación de divisas Diaz y Fortí fue suspendida en diciembre. Esta situación de parate, obviamente, complica también la operación de Vicentin, ya que Díaz y Fortí, al estar habilitada, podía actuar a fasón y exportar a su nombre.
Despues de infructuosas negociaciones con funcionarios nacionales de los diferentes organismos, como el Banco Central, la Aduana (Afip) y la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (DNCCA) para levantar la suspensiónen en el RUCA y volver a generar divisas, los abogados de Diaz y Fortí recomendaron concursarse para lograr la “reincorporación” al registro bajo la tutela o intervención del Juzgado Civil y Comercial N° 7, a cargo de Marcelo Quiroga (donde recayó el pedido de concurso), y así volver al ruedo.
Aunque impacta en la cadena comercial agropecuaria, por el peso que adquirió Díaz y Fortí, absorviendo buena parte de la porción del mercado que tenía Vicentin, no habría una deuda de envergadura con productores y otros operadores comerciales, sino, fundamentalmente, con el Estado nacional a través de sus diferentes entes, por las liquidaciones de divisas.
De hecho, la suspensión del RUCA, llevada a cabo por el Ministerio de Agricultura a pedido del Banco Central, se hizo efectiva en diciembre del 2020 a raíz de faltantes en las declaraciones de exportaciones por unos 200 millones de dólares. Cifra que podría ser mucho mayor de acuerdo a los organismos oficiales.
La estrategia de Díaz y Forti es que, siendo co-gerenciada por la Justicia durante un proceso corto, pueda cargar varios barcos que tienen en espera con unas 30 mil toneladas de granos ya en existencia en la planta.
Desde Vicentin se reportó que “dada la situación por la que se encuentra atravesando la compañía vinculada, la cual es de público y notorio conocimiento, nos parece importante destacar que en caso de que Díaz & Forti tuviese alguna dificultad para continuar con sus contratos, existen varios interesados en ocupar la capacidad de molienda contratada por ellos”. De hecho se puntualizó que, durante enero y febrero, hubo nuevos acuerdos de fason con ACA, Molinos Agro y la Unión Agrícola Avellaneda, cubriendo el total de la capacidad instalada disponible para enero y febrero del 2021.
Por ahora, aunque formalmente el tema esté en manos de la DNCCA, en ningun ente estatal tienen el poder para “liberar” a la cerealera, levantándole la suspensión. El camino seria a través del Banco Central que debería aprobar un plan de pagos o un acuerdo para ponerse al día con la liquidación de divisas pendientes. Aunque ahora la solución podría estar en manos del juez Marcelo Quiroga.
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