La encrucijada económica de la Argentina
La álgida situación internacional que presentó bajas en el precio del crudo, la caída de los mercados bursátiles y la expansión internacional del coronavirus complica la situación económica argentina. El economista Victor Becker analizó el panorama y las alternativas que tiene la Argentina para no entrar en default.
Por Belén Benítez | 12-03-2020 11:00hs
Incuestionablemente, en las dos últimas ajetreadas semanas se han producido una serie de eventos que alborotaron la situación internacional: la expansión del coronavirus, la baja del precio del petróleo, el conflicto entre Arabia Saudita y Rusia son sólo algunos de los sucesos que sacudieron tras bambalinas a la economía argentina.
Resumiendo brevemente, la cuarentena dispuesta en varios países para evitar la propagación del coronavirus generó una caída contundente en la actividad productiva y en el consumo. Por ende, se disminuyó la demanda del petróleo que usualmente es necesario para mantener las industrias.
Siguiendo la lógica de la ley de oferta y demanda, la disminución de demanda impactó desfavorablemente en el precio del crudo: el barril de crudo llegó a los 35 dólares, uno de los precios más bajos en los últimos años. Ante la caída del precio del petróleo, se desató una pugna entre Arabia Saudita y Rusia, 2 de los 14 países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Arabia Saudita, para evitar que la caída del valor del petróleo continúe en baja, propuso disminuir la producción, sin embargo Rusia rechazó la propuesta para generar daños en la industria petrolera americana. Para Arabia Saudita, cuya posición económico-financiera no es tan potente como la de Rusia, la negativa rusa fue una declaración de guerra.
La diferencia entre estos dos países generó que en 24 horas el precio del petróleo se desplome afectando a todas las empresas energéticas, incluida Vaca Muerta. Y, en consecuencia, las bolsas de valor de todo el mundo cayeron: quienes invertían en petróleo huyeron hacia activos más seguros como los bonos del tesoro de Estados Unidos y otras acciones.
El economista Victor Becker analizó en el Canal Rural el impacto que el panorama internacional tendrá en la Argentina. Becker aseguró que "estamos entrando una recesión incipiente a nivel internacional" que tendrá consecuencias en la economía nacional: "Argentina tiene una economía muy dependiente de los mercados externos".
El economista afirmó que "vamos hacia una situación en la que el proceso recesivo se va a mantener", dadas las consecuencias que la situación de los mercados internacionales tendrá en la negociación de las deudas. Renegociar la deuda requiere de cierta coherencia con los ingresos de dólares al país. Es ahí donde el impacto de la coyuntura internacional será palpable.
Vaca Muerta parecía ser la apuesta idónea para que el ingreso de dólares se mantenga estable e incluso aumente, sin embargo, la baja de precio internacional del barril de oro negro devendrá en una merma considerable de inversiones en el sector. Si la cotización del petróleo actual se mantiene o decrece aún más, la Vaca de oro podría dejar de ser la alternativa viable para que la Argentina pueda sobrevenir las deudas y evite entrar en default.
Según Becker, "estamos en un escenario parecido al principio de la década del 80, en la que todas las semanas anuncian un nuevo país que entra en default" y tomó de ejemplo el caso de Costa Rica y Líbano que se declararon en default hace días. Para evitar que Argentina siga en el listado de países en default, deberá superar una de las mayores problemáticas según el economista: la concentración de vencimientos de pago de deuda que se dan en el 2020, 2021 y 2022; para ello será menester que el gobierno negocie para extender los plazos de pago, "porque la concentración de vencimientos con esta coyuntura hace que sea impagable".
Si Vaca Muerta deja de ser rentable, la manera en la que el país se puede hacer de los dólares para pagar las deudas, más allá de los plazos, son las retenciones: aproximadamente 64 de 100 dólares que ingresan al país son por retenciones a la exportaciones de soja. Sin embargo, aumentar los porcentajes de retenciones para poder pagar la deuda tiraría más leña al fuego y generaría una enemistad aún mayor entre el campo y el gobierno. Frente a este contexto, la situación económica de la Argentina parece no tener atajos ni alternativas que no requieran algunos sacrificios