Según informo en AgroVoz el analista de Mercados Ganaderos Ignacio Iriarte, "con mas pasto y menos granos el camino del ganado es más lento y esto puede complicar a los exportadores". En los principales cortes de carnes en el mes de enero el valor minorista subió un 80 % interanual, 30 puntos por encima de la inflación y más de 40 por encima de los salarios.

Hoy la Argentina en precio por kilo en gancho está por arriba de Paraguay, el novillo pesado pasó de 2,75 a 3,50 dólares, mientras que Paraguay 2,80 dólares, Uruguay 3,15 o Brasil 3,45.

Los mismos operadores que pronosticaron la suba del ganado durante los mesen de noviembre y diciembre adelantan otro retoque para el mes de febrero.

Por tal motivo, el consumo interno y la exportación son causantes de los efectos de la suba de precios, la demanda cede y existe menos oferta para la faena.

"Como todos los años los feedlots se han venido vaciando y este problema podría acentuarse en las próximas semanas", "los mismos operadores que pronosticaron la suba del ganado durante los meses de noviembre y diciembre adelantan otro retoque para el mes de febrero", comento Iriarte.

Por otro lado, el precio del maíz ha hecho que reduzca al mínimo su uso, tanto para suplementación como para terminación y, esto ha alargado el proceso de recría y el rendimiento de ganancia diaria de peso.

El engorde a paso lento

En la ganadería hay un “cambio de ritmo”, con mayor uso de pasto y menor uso de grano, debido a que los últimos meses fueron malos para el engorde.

La reducción de la oferta, bajo este panorama, en el caso de las vacas sería estacional y en los novillos de exportación obedecería no solo a la menor cantidad de campos habilitados por Senasa para la Unión Europea, sino también por la sequía que redujo la oferta de pasto.

En este momento los animales gordos no están, la disponibilidad de animales es insuficiente para planear faenas, el problema no solo está en mejorar los precios.

La ganaderia bajo su velocidad, se necesitarán al menos dos o tres meses hasta que la ganadería recupere su ritmo normal. "Hay un cambio muy importante en la manera de engordar y terminar los novillos", finaliza Ignacio Iriarte. 

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