Días atrás, se llevó a cabo el 2° encuentro del ciclo de webinar en el marco de los cursos de capacitación docente sobre alimentación saludable y huertas. Un encuentro que busca profundizar los contenidos, conocer las experiencias de abordaje de la "Huerta agroecológica como proyecto escolar" en distintas escuelas.

En esta oportunidad, la apertura del encuentro estuvo a cargo de Laura V. Alonso, Secretaria de Inclusión Social y Susana Mirassou, presidenta del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). La Exposición  la realizó  la Ing. Agrónoma, del INTA, Verónica Mautone.

Como representante de la Secretaria de Inclusión social, Alonso inició la charla y destacó  el lugar fundamental que ocupa hoy el Pro Huerta como política pública, "En este marco de dolorosa crisis que está atravesando la Argentina, nos parece que se abre una oportunidad importante para discutir cuáles son los procesos de producción de los alimentos que los argentinos y argentinas consumen, y en el marco del conjunto de discusiones que evidentemente la pandemia ha puesto arriba de la mesa, en relación a los cambios estructurales que debemos llevar adelante, la cuestión de la producción de alimentos es trascendental, poder generar instancia que desmitifican qué significa la producción agroecológica y cuáles son los beneficios de la producción", detalló.

En esa misma línea, explicó cómo se expande el conocimiento a través de  los más de 1.300 docentes de todo el país, que van a llevar estas herramientas y conocimientos a una instancia tan productiva como lo es la escuela, e indicó: "que se discuta no sólo cómo se produce lo que comemos, sino también qué es lo que comemos, y que esto se genere en el ámbito de la escuela, un ámbito privilegiado para poder discutir y unificar determinados hábitos".

Para cerrar su discurso Alonso explicó que "este curso se inscribe en una política mucho más amplia y mucho más pretenciosa que tiene el Estado nacional de poder garantizar la seguridad alimentaria de todos los argentinos" y repasó otras políticas que se llevan a cabo: "Implementamos una herramienta muy potente que es la Tarjeta Alimentar que llega a un millón y medio de familias y a casi 3 millones de niños y niñas de nuestro país".

Por su parte, Sussana Mirassou, presidenta del INTA destacó el trabajo que se realiza desde el Instituto: "Trabajamos, con un fuerte compromiso para aportar capacidades técnicas, que contribuyen a mejorar los modelos de producción agroecológicacon uso de bioinsumos, con cuidado del ambiente, con perspectiva de género, con todas las organizaciones de la estructura de la agricultura familiar, campesina e indígena y aportando al desarrollo y la equidad territorial".

Las prácticas agroecológicas que se implementan en una huerta escolar contribuye a una educación inclusiva, en donde el ser humano forma parte de la naturaleza, y de esta forma favorece la integración de los niños, las niñas, las familias y docentes.

Luego, tuvo la palabra la Ing. Agrónoma del INTA, Verónica Mautone, quien explicó el abordaje que implica la huerta agroecológica, los beneficios, y cómo llevarla a cabo en el ámbito institucional de la escuela.

"Las prácticas agroecológicas que se implementan en una huerta escolar contribuyen a una educación inclusiva, en donde el ser humano forma parte de la naturaleza, y de esta forma, favorece la integración de los niños, las niñas, las familias y docentes, promoviendo el encuentro en un espacio de intercambio como es una huerta escolar", explicó la Ingeniera.

Además, indicó que promueve "el hábito de una alimentación saludable", y explicó; "cuando uno produce  la huerta, sabe cómo lo produce, con una producción agroeconómica, tratamos de utilizar formas más naturales de intercambio con la naturaleza y sabemos que los productos que vamos a conseguir de esa huerta vamos a conseguir alimentos libre  de agroquímicos".

En relación a la importancia de generar este tipo trabajos en el ámbito institucional explicó que "la huerta escolar es como una herramienta de trabajo, buscan generar articulación entre distintas personas que trabajan en la misma huerta, formas  de trabajo, cooperación, solidaridad, el trabajo cooperativo y el contacto como  la naturaleza".

Y agregó que el fomento de estos proyectos educativos en el nivel primario es fundamental, "porque proyectamos a futuro y generamos un  puntapié inicial de los niños y niñas con el contacto de la naturaleza, transmitirle a los niños la importancia de poder ser agricultores familiares, aprovechando la curiosidad que tienen, el observar las plantas como van evolucionando a lo largo del tiempo, ver los bichitos que pueden encontrar en las huertas, todas esas cosas".

Por último, destacó los beneficios nutricionales que brinda la huerta: "las hortalizas que producimos son manejados de manera sustentable, sin incorporación de agroquímicos", incorporando minerales, proteínas, carbohidratos, una diversas nutricional, para que los niños incorporen en sus dietas.

También mencionó que trabajar la tierra contribuye a "intercambiar ideas, nos permite relajarnos y compartir un espacio donde se asignan distintas tareas", y explicó que se trata de una forma de organización grupal que además permite la autonomía y autoabastecimiento. EL objetivo es fortalecer el trabajo en las huertas para que puedan tener una continuidad, pensar las "como proyecto continuo a lo largo del tiempo".

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Foto: Facundo Correa, medio El Territorio