La importancia de los espacios marítimos argentinos
El 8 de junio fue designado por Naciones Unidas como el Día Mundial de los Océanos, con el objetivo de recordar el papel crucial que los mismos desempeñan en nuestras vidas y las formas en que se puede contribuir a su protección. La Argentina, ahora pensada como país bicontinental, juega un papel crucial en la sustentabilidad de los recursos y la lucha contra el calentamiento global.
Por Redacción El Agrario | 08-06-2022 12:42hs
Por Guillermo Carmona, secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.
El 8 de junio fue designado por Naciones Unidas como el Día Mundial de los Océanos, con el objetivo de recordar el papel crucial que los mismos desempeñan en nuestras vidas y las formas en que se puede contribuir a su protección. La Argentina, ahora pensada como país bicontinental, juega un papel crucial en la sustentabilidad de los recursos y la lucha contra el calentamiento global.
Este día es una buena oportunidad para hablar de la importancia de los espacios oceánicos, que juegan un rol vital en nuestras vidas: son centrales para las economías en desarrollo y también constituyen una importante respuesta global al cambio climático al absorber la mayor parte del calor generado por el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. A ello debe agregarse que el 80% del comercio internacional se transporta por vía marítima y que, según datos de la ONU, más de tres mil millones de personas dependen de la biodiversidad marina y costera para su sustento.
En este sentido, debe tenerse presente que la República Argentina es un país bicontinental que posee una marcada vocación oceánica, lo que se refleja en la inmensidad de su litoral marítimo, que con más de 4700 km. de longitud, sumados a los más de 11.000 km. de la Antártida Argentina e islas australes, constituye uno de los más extensos del mundo. Asimismo, el Atlántico Sudoccidental tiene un valor estratégico que se debe tanto a condiciones geopolíticas, como a su relevancia en términos de recursos naturales y biodiversidad: alberga uno de los caladeros de pesca más importantes del mundo, con especies de alto valor comercial, como el Calamar Illex argentinus, además de cuencas hidrocarburíferas y otros recursos de nuestra plataforma continental.
Teniendo en cuenta ello, desde el Estado nacional se están llevando adelante diferentes políticas con el objetivo de conocer mejor y cuidar nuestros recursos para utilizarlos sustentablemente, como así también para profundizar el ejercicio efectivo de la soberanía sobre los espacios marítimos argentinos. Cabe destacarse dentro de ellas al proyecto Pampa Azul, lanzado en 2014 y revitalizado en 2020, en la cual participan siete ministerios en forma coordinada, con un carácter estratégico y multidisciplinario, con miras a promover el conocimiento científico, impulsar innovaciones tecnológicas que contribuyan al fortalecimiento de las industrias vinculadas al mar y al desarrollo económico de las regiones marítimas argentinas.
En relación con la conservación, y a fin de combatir la pesca ilegal y proteger los recursos naturales que corresponden a todos los argentinos y argentinas, en coordinación con el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, la Cancillería argentina trabajó en el diseño de una ley, aprobada en 2020, que actualizó los montos de las multas que se aplican a la pesca ilegal y los sujetó a una unidad de valor variable, a fin de que las sanciones no pierdan su poder disuasivo. También, y en relación con el cuidado de la vida marina que albergan nuestros espacios marítimos, debe mencionarse la creación y adecuación de las Áreas Marinas Protegidas "Namuncurá-Banco, Burdwood", "Yaganes"; y "Namuncurá/ Banco Burdwood II", que permitieron aumentar significativamente el conocimiento de estos espacios estratégicos. Además, en el marco de la Secretaría a mi cargo fue creada, en el año 2020, la Coordinación de Política Oceánica y del Atlántico Sur, para contribuir al desarrollo de políticas de Estado en la materia, en articulación con las diferentes áreas del sector público y de la sociedad civil que intervienen en estas importantes temáticas.
No debe dejar de mencionarse por otro lado que fue nuestro gobierno el que volvió a elevar al rango de Secretaría a Malvinas, e incorporó en su órbita a las cuestiones relativas a la Antártida y al Atlántico Sur, entendiendo que tales asuntos están geográfica y estratégicamente relacionados y no pueden abordarse efectivamente en forma escindida. Eso va en línea con la creación de la subsede de la Secretaría en Ushuaia, lo que da cuenta de una mirada austral y federal.
En efecto, a 40 años del Conflicto del Atlántico Sur y considerando siempre que Malvinas es una causa nacional, profundamente enraizada en nuestro p Pueblo y constituye parte de nuestra identidad como nación, tal como lo afirma la Constitución Nacional, debemos tener presente que una política coherente con la ratificación de la soberanía sobre nuestras islas y los espacios marítimos correspondientes, requiere como correlato necesario el conocimiento de nuestro mar y su valor estratégico para nuestro país. De igual modo, me permitiré afirmar que es impensable un modelo de desarrollo sustentable e inclusivo argentino que no mire al mar