El Cerro de los Siete Colores se encuentra en los alrededores de la famosa Quebrada de Purmamarca en la provincia de Jujuy. Por su enorme valor cultural, en el año 2003, fue declarado Sitio Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO.

La belleza de sus colores, espectáculo natural único en el mundo, sorprende a lugareños y visitantes. Verde, amarillo mostaza, rosado, blanquecino, pardo marrón morado, rojo pardo terroso y naranja, son los colores que se admiran, producto de una compleja historia geológica. Las distintas capas de colores son el resultado de los sedimentos marinos, lacustres y fluviales que desde hace 600 millones de años se fueron depositando en la zona, y que luego, por movimientos tectónicos, adquirieron la ubicación actual.

Pero, en la Quebrada de Humahuaca, los siete colores del gran cerro son mucho más que un deleite visual, pues la historia sobre el origen de su colorido se hizo leyenda. Según la misma, hace muchos años, en el pueblo de Purmamarca, se celebraba una fiesta en honor a la luna. Durante la noche, la luna llena brillaba con tanta intensidad que los habitantes del pueblo se vieron obligados a refugiarse en sus casas. Sin embargo, un grupo de duendes decidió aprovechar la ocasión para hacer algo especial.

La luna les había indicado que el Cerro de los Siete Colores necesitaba un cambio de imagen, pues se trataba de un paisaje árido y grisáceo. Así que, los duendes se pusieron manos a la obra y, durante toda la noche, pintaron el cerro con los colores más brillantes y hermosos que habían visto. Cuando los habitantes del pueblo despertaron al día siguiente, quedaron maravillados al ver que el cerro había cambiado radicalmente.

Desde entonces, el Cerro de los Siete Colores es un lugar sagrado para los habitantes de la zona. Aunque la ciencia explica que la variedad de colores se debe a la presencia de distintos minerales en la roca, la leyenda de los duendes sigue viva en la cultura popular.

De generación en generación se difunde la leyenda sobre el origen de los 7 colores del cerro, la cual también ha dejado de legado una bella copla:

“Hoy hay fiesta en el cielo

la luna llena se acerca

los duendes más que felices

de comenzar la encomienda.

Con pinceles de vicuña

con colores y con magia

bajan por la quebrada

ofrendando a la Pachamama.

Antes que las estrellas se apaguen

pintarán colores y sombras

en la quebrada del Valle.

Con gritos sordos, los duendes

me cantaron esta copla

me la cantaron al oído

para pasarla de boca en boca”.

Además de su importancia cultural, el Cerro de los Siete Colores es un destino turístico popular en Argentina. Los visitantes pueden disfrutar de impresionantes vistas panorámicas y explorar la rica flora y fauna de la región. La ciudad cercana de Purmamarca ofrece una amplia variedad de actividades, desde visitas a la feria de artesanías hasta la degustación de la deliciosa gastronomía local.

En resumen, el Cerro de los Siete Colores es un tesoro natural que combina belleza, historia y cultura. La leyenda de los duendes que pintaron el cerro es una muestra más de la rica tradición oral de la región. ¡Visitarlo es una experiencia única que permite sumergirse en el pasado y disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor!