Una de las grandes críticas que se le hacen a la ganadería intensiva es la importante emisión de gas metano al medio ambiente, que genera un cambio climático irreversible. Si bien se han buscado alternativas para reducir al mínimo el impacto de los gases defecto invernadero de las vacas a través de la alimentación, una empresa británica desarrolló una solución innovadora: una mascarilla inteligente que se ubica en la nariz de la vaca y atrapa de manera continua el metano que liberan.

La empresa Zelp, que creó esta mascarilla, asegura que el 95% del gas metano que emiten las vacas se expulsa a través de la boca y las fosas nasales, tanto a través de exhalaciones como de eructos, por lo que filtrar este compuesto contaminante con una mascarilla reduciría de manera sustancial las emisiones de gas metano que contribuyen al calentamiento global.

La utilización serviría para reducir la liberación de gas metano en al menos un 53%.

La mascarilla funciona como un filtro que absorbe el metano y detiene su liberación. Luego, con una reacción química, convierte el metano capturado en CO2 y lo libera el aire. De acuerdo a lo que asegura la empresa británica la utilización serviría para reducir la liberación de gas metano en al menos un 53%.

La tecnología que se utiliza es automática y no requiere mantenimiento por parte de los productores ya que todo el proceso se da gracias a placas solares y a una batería integrada en la mascarilla que se recarga automáticamente. Lo único que sería necesario realizar para contribuir a una ganadería sustentable sería colocar la mascarilla con un collar ajustable, sin necesidad de alguna instalación especial.

Zelp recomienda su utilización en bovinos de a partir de los seis/ocho meses o bien después del destete. En todos los casos las mascarillas serán ajustables a los diferentes tamaños de cabeza para que los animales están cómodos y se adapten rápidamente. El diseño de la mascarilla, por el momento, está preparado para funcionar ininterrumpidamente durante cuatro años.

A través del análisis que se hace con el gas metano que emiten, la información del comportamiento y alimentación, el dispositivo permitirá identificar signos de enfermedades, permitiendo una detección temprana, reduciendo la propagación y la aparición de afecciones.

Además de neutralizar las exhalaciones de metano del ganado, el aparato contiene un rastreador GPS a través del cual es posible ubicar la posición del animal en todo momento y obtener información sobre el comportamiento y la salud del mismo. Así también como potenciales cambios de comportamiento detectables a través de un seguimiento de actividad que señala la temperatura del animal y recopila información para una inseminación eficaz.

A su vez, la empresa asegura que a través del análisis que se hace con el gas metano que emiten, la información del comportamiento y alimentación, el dispositivo permitirá identificar signos de enfermedades, permitiendo una detección temprana, reduciendo la propagación y la aparición de afecciones.

A parte, atentos a la crecientes exigencias alrededor de la sustentabilidad del ganado en los mercados internacionales, la empresa asegura que con el monitoreo en tiempo real del metano, el productor podrá seguir el proceso realizado y obtener certificaciones en base a los estándares de mercado.

A diferencia de las alternativas de reducción de gas metano a través de la alimentación, el dispositivo creado por la empresa británica promete que su uso será inocuo para el animal sin generar ningún tipo de cambio en el sabor o textura. En contraste, los cambios alimentarios, según la empresa, inhiben químicamente la producción de metano en el estómago del animal y alteran su proceso digestivo, interfiriendo con la microbiología del estómago de los animales.

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