La producción de huevos agroecológicos es una nueva alternativa para ayudar a las economías familiares en tiempos de crisis,especialmente en el contexto actual de emergencia sanitaria producida por la pandemia de coronavirus.

Un grupo de productores familiares de la localidad mendocina de Rivadavia, afectados por la crisis de la industria vitivinícola y con la necesidad de reconvertirse, buscaron asesoramiento técnico en el INTA a través del Programa para Productores Familiares (Profam), con el objetivo de asesorarse para producir huevos agroecológicos para consumo personal y venta del excedente a terceros. 

El extensionista del INTA Rivadavia, Mendoza, Alejandro García, explicó que esta necesidad comenzó en el año 2014, a partir de la crisis del sector vitivinícola en la región y que, gracias al Programa para Productores Familiares (Profam) del INTA, el grupo granjeros se diversificó y creció.

Por medio de este programa, se le brinda acompañamiento desde el inicio, se los ayuda a mejorar la infraestructura, se les proporciona asistencia técnica y asesoramiento en la alimentación y en la sanidad de las gallinas para aumentar la eficiencia en la producción.

Cuando estos productores comenzaron con la producción de huevos, contaban con un promedio de 25 gallinas y actualmente cuentan con aproximadamente 200 aves. Es muy importante destacar que la producción la realizan de manera agroecológica, sin insumos químicos y con una alimentación a base de mucho maíz para lograr que los huevos tengan un color y una calidad diferente, lo que los hace más buscados y valorados por los consumidores.

El objetivo del Programa para Productores Familiares del INTA es asistir a los integrantes de las comunidades rurales  para que inicien un proceso de cambio en su organización y mejoren sus habilidades productivas, de gestión y comercialización.

Fuente INTA