La producción de miel en Argentina amenazada por el avance de la soja
Una investigación realizada por el Inibioma, la UNC y el Conicet en Bariloche, advierte que se puede ver afectado el mercado internacional ya que Argentina es uno de los principales exportadores de miel.
Por Marisa Massaccesi | 08-11-2020 01:06hs
De acuerdo a un estudio científico realizado por integrantes del grupo Ecología de la Polinización, del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (Inibioma), de la Universidad Nacional del Comahue y el Conicet, en Bariloche, determina que el incremento del área cultivada con soja en Argentina, registrada desde el inicio del uso de la semilla, genéticamente modificada en el año 1996, está asociado con una caída del 60% en el rendimiento de miel a nivel nacional. En el informe también se ve reflejado que el rendimiento por colmena tiene una fuerte influencia en la producción total nacional anual de miel.
En este contexto, la licenciada en Biología, Grecia de Groot, becaria doctoral del Conicet, quien lidera esta investigación, junto al resto del equipo afirman que "ésta caída en el rendimiento de miel, y su impacto en la producción, podría poner en riesgo la actividad apícola en el país".
En el estudio, los investigadores ponen de manifiesto los efectos que la caída del rendimiento de las colmenas puede provocar en el sector apícola y la provisión a mercados locales y regionales, como también al mercado internacional, ya que Argentina es uno de los principales exportadores de miel a nivel mundial.
Groot manifestó que “las abejas necesitan acceder a una oferta de polen y néctar diversa y abundante a lo largo del año, para así obtener una nutrición equilibrada y desarrollar poblaciones numerosas y saludables. De esta manera, las colmenas pueden producir cantidades de miel suficiente para que el apicultor pueda cosechar y comercializar".
En tal sentido, hizo referencia al monocultivo, como así también a las técnicas y a las tecnologías asociadas a la soja. Además, enumeró otras variables tales como el al uso intensivo de agroquímicos, “que transforma el paisaje rural a gran escala, desplazando a otros cultivos y prácticas agropecuarias, como la ganadería extensiva, y avanzando sobre bosques nativos. Todo esto disminuye la diversidad y oferta de flores e introduce factores de estrés para las abejas”.
Los autores de la investigación hicieron un fuerte reclamo a los responsables de políticas públicas del sector agrícola, a quienes les solicitaron tomar medidas urgentes para proteger a otros sistemas productivos que son importantes para las economías regionales. Recalcaron sobre la importancia de promover buenas prácticas agrícolas amigables con los polinizadores.
Para finalizar, recomendaron diversificar los cultivos, reducir el uso de herbicidas y plaguicidas, mantener remanentes de hábitat natural y seminatural en el paisaje agrícola y conservar los bosques y otros hábitats nativos como medidas concretas que promueven la salud de las abejas y su capacidad de producir miel en cantidad y de calidad.
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