El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Ángela Merkel, propusieron esta semana a sus socios de la Unión Europea (UE) un plan de rescate económico para el bloque. Se trata de la creación de un fondo de 500.000 millones de euros para incentivar la reactivación de la economía golpeada por la pandemia. El fondo se creará a partir del endeudamiento de la Unión Europea, algo que constituye una novedad.

Anteriormente, Alemania, y en menor medida Francia, habían bloqueado cualquier posibilidad de endeudamiento del bloque como un todo. Ahora, la UE tomará deuda de los mercados y distribuirá la ayuda a los países más afectados, por lo que estos no se endeudarán sino que lo hará el conjunto de la unión. “Es el desafío más grande de su historia” dijo Merkel en relación al impacto del coronavirus en el bloque.

La Comisión Europea deberá presentar la propuesta formalmente a fines de mes.

Desde hace algunos años Unión Europea se encuentra crecientemente acechada por el auge de populismos nacionalistas que critican la existencia del bloque. En febrero de este año se consumó el Brexit, la salida de Reino Unido de la UE. Por ello, la amenaza de esos movimientos para la supervivencia del bloque fue mencionada por Macron en la videoconferencia con sus socios. Además, a sabiendas de las resistencias a la propuesta puertas adentro de su país, Ángela Merkel sostuvo que “a Alemania solo le irá bien si a Europa le va bien”.

La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde (extitular del FMI) estimó que “las propuestas francoalemanas son ambiciosas, focalizadas y bienvenidas”. La medida también va en consonancia con lo que reclamaban con anterioridad tanto España como Italia. En cambio, la iniciativa tiene la resistencia de Países Bajos, Finlandia y Austria, que prefieren priorizar los créditos a los miembros de la unión, evitando el endeudamiento la Unión Europea como un todo.

La Comisión Europea, órgano ejecutor del a UE, deberá presentar la propuesta formalmente a fines de mes. La misma deberá ser ratificada por los parlamentos de los 27 países miembros, por lo que hasta la implementación del plan habrá un largo recorrido