La UE disminuye el uso de antibióticos en animales
El uso de antibióticos en animales en la Unión Europea ha disminuido considerablemente gracias a una batería de medidas adoptadas para reducir su uso.
Por Belén Benítez | 02-07-2021 11:00hs
El último informe de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), destaca que el uso de antibióticos en animales ha disminuido al punto tal de caer por debajo del consumo de éstos en humanos.
Los datos que registra el informe analizan el consumo de antibióticos y el desarrollo de resistencia a los antimicrobianos (antibióticos en general) en Europa durante el período entre 2016 y 2018. Analistas de las tres agencias compararon, para garantizar un correcto análisis, el consumo de antimicrobianos (AMC) en humanos y animales tanto en la Unión Europea y en las naciones que la integran puntualmente.
El consumo calculado para el período de muestra expresa que el AMC en general fue menor en los animales que en los seres humanos, fenómeno que resulta sorprendente si se considera que desde el 2011 no se registraban estas proporciones. Durante el 2017, según lo que presenta el informe, el AMC en animales fue de 108,3 mg / kg, rango de 3,1 a 423,1 mientras que en humanos fue de 130,0 mg / kg; rango 52,8-212,6.
Las bajas en el AMC en animales de la UE responden a las medidas adoptadas a nivel nacional en varios países que integran la Unión que resultaron ser eficientes, aunque se observan variaciones significativas entre países y familias de antibióticos.
Las agencias coincidieron en que el uso de antibióticos llamados polimixinas, que incluyen a la colistina, se redujo a la mitad entre el año 2016 y 2018 en animales de la UE. Sin embargo, el uso de este antibiótico al igual que las tetraciclinas sigue siendo mayor en animales productores de alimentos que en humanos. La importancia de este recorte, no obstante, radica en que las polimixinas se utilizan en hospitales para tratar a pacientes infectados con bacterias poliresistentes a los medicamentos.
En contraste, las aminopenicilinas, las cefalosporinas de tercera y cuarta generación, y las quinolonas (fluoroquinolonas y otras quinolonas) demostraron un AMC mayor en humanos que en animales durante el mismo período.
Por otra parte, el informe detalla la correlación que existe entre el consumo de antimicrobianos en animales y la resistencia microbiana que se adquieren tanto en animales como en humanos. Un ejemplo en el cual profundizaron es en la bacteria Campylobacter spp que se encuentra en animales productores de alimentos y ocasiona infecciones en humanos transmitidas a través del consumo de alimentos de origen animal que presentan esta bacteria.
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