El país le está dando lucha al coronavirus desde diferentes frentes, con la esperanza de volver a la normalidad. El Gobierno, por su parte, continúa con las negociaciones vigentes para poder tener la mayor cantidad de vacunas posible y los debates respecto a la eficacia de la china, la rusa, la de Oxford, o la india está en bocas de todos. "Yo no me vacuno"se escucha a diario entre amigos y profesionales de la salud. ¿Por qué surge desconfianza ante el nuevo antídoto? ¿Se le dice sí o no a las vacunas contra la COVID-19?

El Agrario dialogó con el doctor Mario Fitz Maurice, cardiólogo, electrofisiólogo, jefe de arritmias en el Hospital Rivadavia y director de INADEA (Instituto Nacional de Arritmias), quien a raíz de su experiencia por estar en contacto estrecho con el virus nos contó su visión respecto a las vacunas y al sistema de salud de la Nación. Además brindó consejos para sobrellevar la pandemia y opinó acerca del regreso a clases.

Vacuna: experiencia en primera persona

Mario se aplicó las dos dosis de la Sputnik-V y así quedó demostrada su confianza hacia el antídoto, además a lo largo de la entrevista dejó en claro que confía en el Ministerio de Salud de la Nación y "en el profesionalismo que hay en la Argentina" respecto a la ciencia y la medicina. Sin ir más lejos distinguió que, para él, el calendario de vacunación con el que cuenta el país es uno de los mejores del mundo.

Desconfianza en puerta: "La medicina es la medicina y la política es la política"

Respecto a las dudas que se sembraron en algunos sectores de la sociedad sobre aplicarse la vacuna contra COVID-19, Fitz explicó que el antídoto está evaluado y aprobado por grandes organismos regulatorios, a los cuales calificó de "muy estrictos". Además remarcó que los mismos traspasaron muchos gobiernos, por lo que "no hay que politizar a la medicina, como hicieron muchas personas". Como ejemplo citó al Instituto  Gamaleya, "uno de los cinco más importantes del mundo que cuenta con premios Nobel relacionados a las vacunas y la medicina". "Si ninguneamos a este Instituto, estamos equivocados", remató.

En esta línea, el doctor reconoció que desde la medicina muchos colegas manifestaron que las vacunas se fabricaron "muy rápido", y frente a esto destacó que la realidad  es que "se utilizaron muchas herramientas al mismo tiempo" para que el avance sea posible. También, contó que para su elaboración se utilizaron plataformas ya conocidas, lo que permitió acelerar aún más los tiempos de elaboración. Asumiendo que si bien puede haber alguna diferencia en el porcentaje o conservación, "la mayoría de las vacunas mostraron la eficacia necesaria", sentenció,  y agregó que "cada país  debería elegir aquella a la que más rápido pueda acceder".

La vacuna que avaló The Lancet

Continuando con el tema reconoció que desde la rama medicinal siempre se exigió la publicación de la fase 3 de la Sputnik-V -primera en llegar al país-, y en tal sentido subrayó que siempre se tuvo en cuenta el hecho de que podía existir una demora respecto al conocimiento de la información debido a la situación de emergencia que se vive a nivel mundial. En este marco, destacó que "las aguas se calmaron" para aquellos que no estaban del todo seguro cuando la revista internacional de ciencia y salud, The Lancet, avaló la efectividad del fármaco ruso.

"Publicar en una revista como The Lancet es realmente muy difícil porque tienen muchas exigencias, desde cómo poner la bibliografía hasta la cantidad de palabra que llevan los artículos", aclaró el entrevistado, sumando que es un grupo editorial que siempre se ocupa de sumar información y datos que hagan grandes aportes a la cultura de la sociedad.

"La vacuna es la llave para volver a la normalidad"

Dirigiéndose a la población el cardiólogo insistió en que, cuando sea el momento, la gente se vacune ya que "se necesita que la mayor cantidad de personas esté inmunizada para poder volver a lo de antes". Y en tal sentido señaló que se debe tener en cuenta el peligro de los nuevos linajes del virus que están comenzando a aparecer en distintos puntos del mundo, que "se reproducen y transmiten muchísimo más rápido que el actual", lo que posiblemente, "afecte a mayor cantidad de personas, aseveró.

El Gobierno y la COVID-19

"El Gobierno lo manejó como pudo", expresó el especialista, explicando que fue "una situación inédita a nivel mundial" . Desde su lugar sentenció que "uno puede transmitirle que mejoren la forma que tienen de comunicar, pero hay que saber ponerse en sus zapatos y se debe reconocer que lo más importante lo manejaron bien".

¿Y qué es lo más importante? Frente a esta pregunta, Mario profundizó: "Argentina no tuvo muertos en las calles por este virus, no hubo gente que se quedó sin respirador, y no hubo casos como se vieron en otros países". El médico agregó que "debemos estar más que satisfechos con cómo manejamos la situación de emergencia hasta el día de hoy", y observó que "si bien actualmente hay muchos fallecidos, la situación no sobrepasó al sistema de salud".

¿Volver a las clases?

El doctor contó que la mayoría de los artículos científicos y la evidencia médica demuestran que la transmisión viral en aulas correctamente ventiladas y con la aplicación de protocolos, "es baja", y en este contexto resaltó que hay situaciones como las reuniones familiares o concentraciones sociales que transmiten en mayor proporción el virus que el regreso a las aulas.

Además destacó que "no todo es COVID", y explicó que en este tiempo los más chicos también sufrieron "la disminución de socialización y de vínculos, con depresión por la falta de relación con sus pares". " Vale la pena el intento poniendo todos los esfuerzos necesarios para cumplir con los protocolos de la mejor calidad posible".

¿Cómo se  puede evitar una nueva ola de contagios?: "Testear, aislar y vacunar"

"La gente se relajó y también hay que reconocer que en ninguna parte del mundo se están brindando buenos ejemplos", dijo el especialista, pero ¿a qué se apunta con esto? Mario contó que muchos políticos o famosos no cumplen con las normas o protocolos vigentes y que "se quiera o no", tienen influencia en el accionar de la sociedad.

"Es probable que si no vacunamos a la mayor cantidad de gente de forma rápida, tengamos una ola más fuerte de este virus" afirmó el cardiólogo, y para evitar que esto suceda planteó:

• Realizar mayores testeos
• Contar con más procesos de aislamiento
• Vacunar con los pilares necesarios para que no se extienda el virus
• Continuar con las medidas de seguridad e higiene
• Mejorar la calidad de los barbijos y hacer un correcto uso de los mimos (tapando boca y nariz)

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