El intendente de Carlos Casares, provincia de Buenos Aires, brindó una conferencia de prensa para dejar en claro que está preocupado por la suba de casos  y la gran cantidad de camas que se encuentran ya ocupadas a raíz de la pandemia de la COVID-19. "La zona está complicada y la ola es más fuerte que el año pasado", sentenció.

Si bien Torchio, a lo largo de su discurso, dejó en claro que los números de contagios en Casares son bastantes favorables, aclaró que es inevitable no alarmarse por los reportes de partidos vecinos y de la región, ya que "la situación es dinámica".

En tal sentido si bien le agradeció a sus vecinos el hecho de "estar bien", les solicitó que continúen cuidándose y cumpliendo con todas normativas vigentes. "No quiero atemorizarlos, pero sí que sean responsables porque hoy podemos hacer muchas cosas que en otros municipios no”, advirtió, destacando así que generalmente el fin de semana la gente "se relaja" en los lugares públicos y eso se debe evitar.

En esta línea, y reconociendo que se está atravesando la segunda ola con sistemas de terapia intensiva colapsadas en muchos municipios, solicitó solidaridad para cuidar "la salud y el trabajo de todos". De esta forma el funcionario además aclaró que "las camas son limitadas, nuestra terapia es limitada", y por tal razón sostuvo que "no hay que dejarse convencer por los que dicen que no pasa nada". "Son los que cuando no haya camas se van a quejar", remató.

Finalizando volvió a hacer hincapié en la existencia de una segunda ola "que golpea muy fuerte a la Argentina, a la provincia y a la región", y en este sentido volvió a bregar por la responsabilidad, la solidaridad y el cumplimiento de los cuidados esenciales para evitar los contagios. "No nos relajemos, porque si lo hacemos puede ser una ola o un tsunami y llevarse muchas vidas", cerró.

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