Ante la pandemia ocasionada por la COVID-19, el Gobierno nacional decidió permitir vuelos a partir del mes de septiembre.  Por este plazo las aerolíneas de Latinoamérica verán caer sus ventas de manera estrepitosa y la cifra en rojo es de 15.000 millones este año, según información que emana de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), entidad que agrupa a líneas aéreas de todo el mundo.

De la misma institución surgió un amplio informe que refleja que las líneas aéreas perderán u$s 805 millones bajo el concepto ingresos adicionales.El vicepresidente de IATA para América Latina,  Peter Cerdá informó que la entidad había hecho un estimativo de u$s 2272 millones en las ventas de las líneas aéreas en el mercado argentino, si los vuelos se reactivaban en este mes de mayo. Como la fecha se extendió hasta septiembre la caída en los ingresos se estima en u$s 3074 millones.

Cerdá informó además sobre la disminución de la demanda de pasajes de 41% en comparación con el año pasado y que las pérdidas se comparan con los 88.000 millones de la región Asia-Pacífico, 76.000 millones en Europa, 50.000 millones en Norteamérica y 19.000 millones en Medio Oriente.  Esto se debe a que muchos países han cerrado sus fronteras para tratar de evitar la propagación del coronavirus.

En declaraciones a medios de la región, el vicepresidente de la asociación internacional informó que existe un riesgo muy importante referido a los puestos de trabajo que estimaba 13.800 trabajadores hasta el mes de mayo, cifra que se vio modificada a 18.400. “Estas proyecciones suponen que todas las compañías sigan operando luego y no dejen el mercado”.

Argentina, al correr la fecha hasta septiembre, marcó una gran diferencia con respecto a la mayoría de otros países que hablan de reabrir los mercados este mes o en junio.  En la institución esperan que haya una revisión a la decisión tomada por el Gobierno.

Esta  crisis global que sufre  el transporte aéreo es la más grande de su historia,  a pesar que ha habido crisis regionales, económicas e inclusive el ataque terrorista en Estados Unidos en 2011.

Si bien las compañías aéreas del mundo tienen respaldo monetario para dos o tres meses en su gran mayoría, existen otras que no superarían los 6 meses si están completamente inactivas. El fantasma amenazante de estas empresas es el potencial cierre de las mismas, ya que no podrán reabrir en un futuro porqué estarán en situación de quiebra.  Cerdá pidió a los gobiernos medidas de estímulo y paquetes financieros para socorrer a las aerolíneas.

Sobre la Argentina, en particular, Cerdá  dijo que  “En numerosas ocasiones expresamos nuestras intenciones de trabajar con el Gobierno argentino, es un mercado de suma importancia. La Argentina depende del transporte aéreo para estar conectado dentro del país, con la región y el mundo. Ya enviamos dos cartas, una al ministro de Transporte, Mario Meoni  y otra al Presidente Alberto Fernández.  El Gobierno activó un grupo de trabajo Covid-19, por el cual se hizo una reunión.  Aún no sabemos si es grupo será estratégico para desarrollar planes de acción”.

La  propagación del Covid-19 causando estragos en las finanzas de los grupos que se han visto obligados a tomar medidas drásticas para resistir las pérdidas y no venirse abajo. Se trata de un drama financiero de alto nivel que aqueja tanto a las grandes empresas como a las líneas de bajo costo, las cuales, de norte a sur, son espectadoras del avance de un enemigo invisible que no se sabe hasta cuándo acechará al mundo.

"Vamos a depender mucho de las medidas que impongan los gobiernos, pero sin el aporte económico es sumamente complejo que algunas líneas aéreas que tenemos hoy y puedan reiniciar algunas operaciones cuando se reactive la economía”, dijo Cerdá