Las cotizaciones de los granos sostuvieron la tendencia bajista en línea con los resultados negativos del cierre de la semana que pasó, en un marco en el que la oleaginosa encadenó su quinta jornada consecutiva con pérdidas.

La posición julio de la soja cayó 2,40% (US$ 13,32) y cerró en US$ 540,96 por tonelada, mientras que la de agosto bajó 2,78% (US$ 15,16) y registró US$ 529,57 la tonelada. Los contratos de maíz cedieron 3,68% (US$ 9,94) hasta los US$ 259,53 la tonelada, y el trigo recortó 0,91% (US$ 2,30) hasta US$ 247,84.

Ariel Tejera, el responsable de Análisis de Mercados de la consultora Grassi, detalló en declaraciones a la agencia Télam que para esta época del año, “el clima en Estados Unidos suele tener un rol protagónico como driver del mercado”.

El jueves pasado empezó a darse una imprevista mejora de las condiciones climáticas en las zonas productivas norteamericanas, a partir de la llegada de abundantes precipitaciones que terminaron con la sequía que estaba complicando la recolección de los granos. A este contexto en el país norteamericano hay que sumar las condiciones climáticas adversas que se registran en Brasil, dando fundamento a la volatilidad que se experimenta en los mercados actualmente.

Según la opinión de Guido D'Angelo, economista de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), “de proseguir estas dos sequías, los precios hubieran seguido incrementándose porque los rindes productivos estaban a la baja”.

“Lo que se empezó a ver desde el jueves es un frente lluvioso completamente inesperado en Estados Unidos y los pronósticos de las próximas semanas muestran que hay un panorama bastante más húmedo del que se esperaba. Eso está llevando los precios a la baja porque se espera más producción”, sumó D´Angelo al analizar el cambio en la tendencia.

De todas maneras, Tejera calculó que “de cara al nuevo ciclo, salvo alguna sorpresa en materia de superficie, aun con clima a favor la producción podría ser insuficiente para cubrir los niveles de demanda similares a los de la campaña actual en soja”.

Según los recientes reportes del Departamento de Agricultura Norteamericano (USDA), “aquel país no contaría con margen por el lado de la oferta como para enfrentar una mala campaña”, ya que “finaliza el ciclo 2020/21 con bajas existencias de stocks en soja, y poco holgados en el caso del maíz”, agregó Tejera.

A pesar de la tendencia bajista de la última semana, los granos se mantienen en valores muy altos, con la soja por encima de los US$ 540 por tonelada y el maíz sobre los US$ 259, valores por encima de los registrados entre los años 2013 y 2019.

De todos modos, de cara al próximo mes y medio, Tejera señaló que “no hay que descartar la posibilidad de continuar transitando en un mercado sinuoso, con marcada volatilidad,” con el ritmo marcado por la evolución del clima en Estados Unidos.

En la opinión de D´Angelo, la situación actual “puede afectar un panorama de mediano plazo en tanto sea sostenida" y detalló además que en los próximos meses se verá si este sorpresivo clima húmedo levanta los rindes o no, pero "las condiciones climáticas estadounidenses por sí solas no van a modificar la curva de precios”, afirmó el especialista.

En relación al impacto que el renovado escenario puede tener sobre la coyuntura Argentina, el analista de la BCR opinó que “cualquier dinámica bajista de precios internacionales le complica a nuestro país el ingreso de divisas y los ingresos fiscales vía cobro de retenciones”.

Aunque subrayó como contrapeso que “ya en estos primeros 5 meses del año, el país se aseguró US$ 10 mil millones completamente inesperados que llegaron por el rally alcista de precios que arrancó el año pasado”.

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