Las primeras Libretas del Trabajador Rural fueron entregadas por el Presidente Néstor Kirchner
Mientras avanza por todo el país una fuerte repercusión acerca de la propuesta de la UATRE de un RENATRE administrado por los trabajadores sin participación de la patronal, una mirada retrospectiva permite apreciar la coherencia de la política del gremio frente al problema central del trabajo decente y, tal vez, comprender el desasosiego que producen las cerradas posiciones anti obreras de parte de la dirigencia empresaria del campo.
Por Jorge Pirotta | 21-02-2021 09:51hs
El miércoles 11 de agosto de 2004, en el Salón Blanco de la Casa Rosada, se realizó el acto por el cual se entregaron las primeras Libretas del Trabajador Rural a un grupo representativo de las distintas actividades del agro y de todas las provincias del país.
El acto estuvo encabezado por el entonces Presidente de la Nación, Dr. Néstor Kirchner, quien estuvo acompañado por el Ministro de Trabajo, Dr. Carlos Tomada, y varios funcionarios de su gabinete, además de los gobernadores de Buenos Aires, Ing. Felipe Solá, y de Formosa, Dr. Gildo Insfrán. En representación del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores, participó quien en ese entonces era su Presidente, el Secretario General de UATRE Gerónimo “Momo” Venegas.
Estuvieron presentes los presidentes de las cuatro entidades principales representativas del empresariado agropecuario (S.R.A., C.R.A., F.A.A. y CONINAGRO), los líderes de la Confederación General del Trabajo junto a muchos dirigentes sindicales, miembros de la UATRE e invitados especiales.
Los oradores principales fueron Gerónimo Venegas y el Presidente Kirchner. En su alocución, el líder sindical dejó en claro las intenciones del gremio y la necesidad de poner fin a una cultura de “más de cien años” en el sector rural, para lo cual convocó a los empresarios a trabajar mancomunadamente con el gremio. Te invito a ver una breve síntesis de su discurso en esa ocasión:
Por su parte, el Presidente Néstor Kirchner puso el énfasis en la necesidad de que la sociedad comprenda que teníamos que ir hacia un país donde no se beneficie del crecimiento económico solo una pequeña porción, sino que la riqueza se distribuya equitativamente, habló de “un país para todos, no para unos pocos”.
Accedé aquí a una síntesis del discurso del Presidente Kirchner:
Mi responsabilidad periodística no me permite obviar el hecho de los lamentables desencuentros políticos protagonizados mucho después por el propio Venegas y el matrimonio Kirchner, desencuentros que terminaron afectando hasta las relaciones institucionales de la organización gremial con el Estado.
Pero no es el objetivo de esta nota evaluar esto último, lo menciono porque forma parte de la historia y de la experiencia de la organización gremial, y seguramente también de los sectores políticos involucrados. No obstante, me permito compartir una observación: cada vez que los sectores populares no estuvieron unidos los principales perjudicados fueron los más humildes; cada vez que a un gobierno le fue mal, los principales perjudicados fueron siempre los más humildes.
Gracias a Dios los seres humanos tenemos la posibilidad de evaluar nuestros actos, corregir nuestros errores y profundizar nuestros éxitos. En el momento que estamos recordado había mucha esperanza y mucha fe en que rápidamente el país superaría el estado deplorable de la mayor parte del trabajo en el campo.
Un sabio dijo que “no puede haber una buena conducción si los resultados de su gestión son malos”, es otras palabras, si los resultados no son los que se esperaban con la conducción elegida, evidentemente hay que revisar el criterio del armado de esa conducción. Eso es exactamente lo que hizo la UATRE y por eso propone el cambio en el Directorio del RENATRE para que el sector obrero asuma la responsabilidad total del poder de policía laboral asignado a esa institución.
En una nota anterior hablé de la continuidad institucional que representan VENEGAS-AYALA-VOYTENCO, manteniendo una férrea voluntad de lucha contra el trabajo no registrado, la explotación laboral, la trata de personas y el trabajo infantil.
Te queden dudas o no sobre esa afirmación, te invito a que escuches el discurso completo de Gerónimo Venegas en aquel 11 de agosto de 2004, cuando el Presidente Kirchner entregó las primeras Libretas del Trabajador Rural: