Las Yungas Australes son una de las forestaciones más ricas de la argentina, reconocidas por su riqueza en cuanto a diversidad biológica y por su rol protector del suelo y el agua.  Este escosistema atraviesa las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán y Catamarca, en la región del NOA, abarcando 1% del territorio nacional, ocupando de 3 millones de hectáreas.

Sin embargo, en los últimos años, terrenos de bosques han sido fuertemente arrasados. El avance de la frontera agrícola, la expansión de las áreas urbanizadas sin una adecuada planificación y la explotación forestal selectiva, debido al enorme valor de las maderas que hay en el bosque; pusieron en peligro el equilibrio natural de las yungas. Por ello, la ONG Tree-Nation inició  un proyecto de reforestación como parte de una estrategia ambiental y social.

Desde el año 2007, se han perdido más de 50 mil hectáreas de bosque nativo pertenecientes a este ecosistema.

La ONG a cargo de Maxime Renaudin, su fundador y CEO, tiene como objetivo conservar y restaurar las especies para recuperar la riqueza del ecosistema. De hecho, con su campaña ya llevan plantados unos 100.000 árboles. “Nuestro gran objetivo es tratar de recuperar la capa superior del bosque, mejorando la calidad de los servicios del ecosistema; mejorar el valor del bosque nativo, identificar la riqueza de la biodiversidad actual, en particular de especies endémicas y en peligro de extinción; e involucrar a la comunidad local promoviendo el desarrollo social”.

La zona donde están plantando los árboles comprende 270 hectáreas en proceso de restauración en la provincia de Tucumán. El trabajo de Tree-Nation es una apuesta al futuro y a la sostenibilidad ya que su aporte no se verá en el corto plazo. "Los árboles parecen tener más de 150 años y miden unos 35 metros aproximadamente. Lograr ese resultado no será algo que podremos ver quienes hoy estamos trabajando", explicó el titular de la organización.

Lamentablemente Argentina es uno de los países más deforestados del mundo, en las últimas tres décadas se perdieron cerca de 8 millones de hectáreas de bosque.

Cada uno de los plantines de especies de crecimiento rápido, como la cedrela angustifolia y la cedrela balansae, son previamente producidos en su propio vivero. Una vez plantados, son monitoreados durante 5 años, etapa en la que empiezan a superar en altura a la parte inferior del bosque. Este trabajo se realiza junto a pobladores locales, con la idea de transmitirles la magnitud del impacto de sus acciones al medio ambiente, para que ellos sean protagonistas de la restauración del hábitat de miles de especies.

De acuerdo declaraciones del fundador de la organización, desde el año 2007, se han perdido más de 50 mil hectáreas de bosque nativo pertenecientes a este ecosistema. "Lamentablemente Argentina es uno de los países más deforestados del mundo, en las últimas tres décadas se perdieron cerca de 8 millones de hectáreas de bosque y en general América Latina ha seguido el mismo camino", cerró Renaudin.

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Fuente: Télam.