Ley de Etiquetado: ¿qué pasa con los huevos?
ONGs ambientalistas le dicen 'no' a 'las jaulas en batería' y lanzaron una iniciativa para el etiquetado de huevos que ingresó en la Cámara de Diputados con el fin de brindar la información básica sobre el origen de los mismos.
Por Marianela Chimento | 10-03-2021 01:00hs
La organización internacional de protección animal Sinergia Animal y la Asociación de Defensa del Consumidor (ACUCC), presentaron ante la Cámara de Diputados una iniciativa para el etiquetado de huevos con el fin de brindar la información básica sobre el origen de los mismos.
Proyecto
Fue ACUCC quien emitió un comunicado con la firma de la presidente de la institución, Ana María Godoy, y de su vice, Gisela Ricardi, remarcando que el primordial objetivo de esta iniciativa es distinguir aquellos huevos que provienen de jaulas, galpones, aviarios de piso o camperos, donde los animales tienen acceso a un área externa natural. De esta forma, explicaron, que se le proporcionaría al consumidor información clara sobre el producto y se le estaría dando "visibilidad a la forma en que se trata a las gallinas en la industria del huevo a nivel nacional".
Tal como explicaron desde la asociación, el proyecto contempla un plazo diferenciado para implementar la medida de etiquetado, donde se tiene en cuenta el tamaño del sector productivo, otorgando así mayor tiempo para que los productores más pequeños puedan llevar adelante el cambio.
Remarcando las palabras de la vocera de Sinergia Animal, Romina Viscaret, plantearon que gran parte de la población argentina no tiene conocimiento que "la producción de huevos se realiza en un sistema de extremo confinamiento, ya prohibido en la Unión Europea, Canadá y en 8 estados de Estados Unidos", conocido como "las jaulas en batería convencionales".
Jaulas en batería convencionales
Según la asociación estas jaulas "equivalen al 90% de la producción nacional de huevos en Argentina, país que tiene 45 millones de gallinas ponedoras y produce unos 436 huevos por segundo". En tal sentido, explicaron que en estos sistemas las gallinas "son hacinadas en jaulas, a razón de entre 7 y 12 individuos, donde no pueden caminar, moverse, estirar sus alas, ni realizar ninguno de los hábitos naturales de la especie". En la misma línea sumaron que investigaciones científicas demuestran que, de esta forma, "los animales pasan una vida de estrés, dolor, deformaciones óseas y falta de desarrollo de la musculatura".
Argumentando con más datos, subrayaron que "las condiciones de seguridad alimentaria de estas granjas también son una preocupación importante", ya que estudios realizados en la Unión Europea revelan que "el riesgo de contaminación por salmonella en las granjas con jaulas es significativamente mayor que en las granjas sin ellas".
Finalizando el escrito manifestaron que "así como el derecho del consumidor en su momento implicó un cambio de paradigma en el derecho clásico; hoy, el derecho de los animales no puede continuar interpretándose con principios ya obsoletos y debe interpretarse de manera armónica junto con el derecho ambiental y el derecho del consumidor sostenible".