CONTROL DE MALEZAS

Los barbechos: período clave para el éxito de los cultivos

El período del barbecho es considerado un momento clave para la planificación de los herbicidas a utilizar, evaluando las problemáticas presentes, aplicando la experiencia previa y complementando con el monitoreo del lote, para poder pensar en la mejor estrategia de manejo de malezas.

Por Gabriela Simonotti | 28-06-2021 10:15hs

Según el departamento Técnico de Tropfen, empresa argentina de aplicaciones agrícolas eficientes, el barbecho es el momento indicado para diseñar la estrategia de manejo de las malezas dentro de cada lote y el inicio correcto de un nuevo cultivo. Una de las herramientas más utilizadas y eficaces en este momento es el control químico de malezas.

"Su éxito depende de diferentes variables entre las cuales es importante tener en cuenta: diagnóstico preciso del lote y malezas a controlar, la elección de herbicidas a utilizar, una correcta calibración del equipo pulverizador y el uso de coadyuvantes específicos. Pudiendo ajustar estas variables lograremos un buen control de malezas que concluirá en un mayor rendimiento del cultivo a sembrar y un menor impacto ambiental", sintetizaron desde la empresa.

 

 

¿Qué es un barbecho?

El barbecho es el tiempo que transcurre entre la cosecha de un cultivo y la siembra del siguiente. El sistema de rotación de cultivos y su nivel de intensificación determinarán el largo y la época en que se ubique el mismo. Teniendo presente que una mayor intensificación de la rotación, acorta el tiempo de barbechos, se traduce en una menor aparición de malezas.

Así, desde la empresa oriunda de Pergamino indicaron que el período de barbechos es considerado un momento clave para la planificación, evaluando las problemáticas presentes, aplicando la experiencia previa y complementando con el monitoreo del lote. Con toda esa información se realiza un diagnóstico de la situación, el cual es fundamental para poder pensar en la estrategia de manejo de malezas. "Dentro de las estrategias de manejo puede optarse por barbechos químicos, cultivos de servicios o bien planteos mixtos, que finalmente dependerá del objetivo principal, la oferta ambiental y el agua disponible en cada lote en particular", explicaron.

"Como punto de partida, tomamos el análisis de los registros de años anteriores, luego sumamos el monitoreo de malezas presentes y nos enfocamos en las malezas más problemáticas, para concluir en el diseño de nuestra estrategia de manejo", precisaron. Para la ejecución de la estrategia, se debe conocer la dinámica de las malezas y evaluar su comportamiento de acuerdo a como se da el año. Esto permitirá intervenir en los momentos oportunos y no llegar tarde con el control químico.

Asimismo, es necesario poder trabajar con activos residuales para disminuir la población. "La interacción de temperaturas, suelo y agua, serán determinantes en la aparición de camadas de nacimiento y condicionarán la residualidad de tratamientos pre-emergentes", apuntaron. Llegado el momento de elegir los herbicidas o la mezcla de ellos, señalaron que es importante rotar y mezclar los modos de acción para no generar resistencia.

 

 

¿Cómo se aplican los herbicidas para el control de malezas?

Previo a comenzar la aplicación de los fitosanitarios elegidos, se debe conocer lo que sucede dentro del tanque de la pulverizadora, donde el 90% a 95% de lo que hay dentro es agua. "Muchas veces suelen ocurrir problemas en mezclas de tanque y generalmente están asociadas con la calidad de agua. Factores como la dureza, pH y turbidez, afectan a los fitosanitarios comprometiendo su normal desempeño".

En situaciones donde el pH se encuentre por encima de 7, como sucede en gran parte de la región agrícola, se puede generar hidrólisis alcalina que es un proceso que aumenta la disociación del activo, el cual es irreversible. La mayoría de los herbicidas usados comúnmente son ácidos débiles por ello si el agua en el cual lo disolvemos es más alcalina, mayor va a ser la tasa de ionización de ese compuesto y más difícil será su ingreso a la célula", describieron desde Tropfen.

Según la empresa, es aconsejable que las aplicaciones sean acompañadas por coadyuvantes, a fin de optimizar la performance de los herbicidas, minimizando errores de aplicación y potenciando el control de malezas. Para aplicaciones de barbechos se recomienda el uso de coadyuvantes a base de organosiliconas puras, o bien sus variantes en formulación con en esteres metílicos de ácidos grasos (aceite metilados de soja). Estos últimos indicados especialmente en situaciones donde hay riesgo de evaporación, con el objetivo de proteger las gotas.

En caso de acompañar la aplicación con coadyuvantes a base aceites, entre los presentes en el mercado, hay diferencias según su desempeño, con respecto a la retención que puede existir sobre el rastrojo. Los productos a base aceite y organosiliconas, por tener buena calidad de emulsionantes, requieren de menor precipitaciones para rehidratar el residuo seco y poder ser incorporado de manera correcta. Aceites metilados convencionales con menor calidad y cantidad de emulsionantes, requieren de mayor cantidad de precipitaciones para que esto suceda.

Fuente: Tropfen – Gacetilla Técnica “Barbechos”.

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