Los demócratas formalizan la fórmula Biden-Harris
Finalizó la Convención Demócrata que formalizó la candidatura de Joe Biden y Kamala Harris para presidente y vice de Estados Unidos. Principales puntos del discurso y el viraje al nacionalismo económico.
Por Ignacio Lautaro Pirotta | 23-08-2020 12:30hs
Luego de cuatro noches de discursos, este jueves finalizó la Convención Demócrata que oficializó a la fórmula Joe Biden-Kamala Harris para competir por la presidencia estadounidense. La pandemia del Covid-19 marcó la Convención, tanto por la modalidad, completamente virtual, como por el tono y los principales ejes de los discursos.
Entre los momentos más salientes estuvo la participación del expresidente Barack Obama, quien en la noche del miércoles dio un duro discurso contra Donald Trump. Obama comenzó comentando que se encontraba en Filadelfia, “donde nuestra Constitución fue redactada y suscrita”, y prosiguió asegurando que la democracia estadounidense está en juego en las elecciones. El ex presidente mencionó la pérdida de prestigio internacional norteamericano y acusó a Trump de usar su cargo como “nada más que un reality show para conseguir la atención que desea”. Además, en un pasaje de su discurso mencionó a uno de los sectores que ha sido la base de Donald Trump en la elección de 2016: los operarios blancos de las fábricas que “vieron su salario reducido y su trabajo ser transferido para el exterior”.
En su discurso del martes, la ahora oficialmente candidata a la vicepresidencia, Kamala Harris, tuvo como principales temas la lucha por la igualdad de las mujeres y de los afroamericanos. Siendo una política no tan conocida a nivel nacional, hizo un gran repaso por su biografía y contó que su madre india y su padre jamaiquino se conocieron durante una manifestación por los derechos civiles en la década del 60, por lo que vio la lucha por los derechos ya desde su “cochecito de bebé”, según sus palabras.
El turno de Biden fue el jueves, en la última noche de la Convención. “El actual presidente ha envuelto a América en la oscuridad durante mucho tiempo. Demasiada ira, demasiado miedo, demasiada división ”, dijo Biden. “Aquí y ahora les doy mi palabra: si me confían la presidencia, recurriré a lo mejor de nosotros, no a lo peor. Seré un aliado de la luz, no de la oscuridad ", expresó, poniendo la elección en términos del bien y el mal. Los demócratas han puesto el foco en el liderazgo de Trump, no solo por su incapacidad, entre otras cosas para lidiar con la pandemia, sino también por ser un liderazgo que, según ellos, procura exaltar la división del país y los peores impulsos de la sociedad norteamericana.
La elección se perfila como un plebiscito a la gestión de Trump, en particular a su gestión ante la pandemia. “El presidente ha fracasado en su deber más básico para con Estados Unidos. Ha fracasado a la hora de protegernos, y eso queridos estadounidenses, eso es imperdonable”, sostuvo Biden.
En cuanto a política exterior, los demócratas han puesto el foco por un lado en la afinidad de Trump con los mandatarios autócratas de Corea del Norte y Rusia. “(...) se los digo claramente a nuestros adversarios, los días de coquetear con dictadores se terminaron”, sentenció el candidato. Si por un lado los desafiantes a Trump en la carrera presidencial se muestran más duros en política exterior, por otro se presentan como defensores del multilateralismo. La puja por la dirección del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), donde los demócratas se oponen a la designación de Mauricio Claver-Carone, hombre de Trump y que rompería con la tradición de presidentes latinoamericanos de la institución, es uno de los puntos donde los demócratas establecen una diferencia con el mandatario actual, aunque el interés por la puja en el BID se restringe mayormente a los cubano-americanos de Florida.
En cuanto a la economía, uno de los puntos más relevantes posiblemente sea la cuestión de la producción industrial nacional, sector, el de los operarios, al que se refirió Obama en su intervención. En 2016 Trump sorprendió al ganar en los estados conocidos como el “cinturón oxidado”, centro de la pujanza industrial hasta fines de los 70, de la mano de un discurso proteccionista de la industria local. Los demócratas han recogido esa demanda, y, pandemia mediante, apuestan a un mayor rol del Estado para la recuperación de la industria. Así, la plataforma demócrata propone un “plan de fabricación nacional” para revitalizar la manufactura estadounidense, recuerda que fue Obama quien rescató a la industria automotriz luego del colapso de 2008 y sostiene que Trump tiene un discurso duro, “pero siempre contrató servicios en el extrangero para sus propios productos”. En la Convención, Biden señaló el rumbo del programa económico demócrata al prometer un impulso en la industria tecnológica y manufacturera, para que “el futuro sea fabricado en Estados Unidos”.
Con estas jornadas, los demócratas dan el puntapié a la campaña -que comenzará formalmente en septiembre-. Al igual que en la Convención, veremos una campaña electoral que gradualmente pasará de enfocarse más en la crisis de la pandemia y la denuncia al liderazgo errático de Trump, a enfocarse en la esperanza de la reconstrucción económica y del “alma” de Estados Unidos.
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