Los drones y el agro
Cuáles son las aplicaciones más frecuentes de ésta tecnología en el campo.
Por Luciano Barrenechea | 02-04-2020 01:00hs
La tecnología de los drones o VANT (vehículo aéreo no tripulado), es actualmente la más innovadora en el agro. Optimizan los procesos, reducen los costos y el impacto ambiental. Existen al menos dos tipos de drones, los de ala fija y los multirrotor, que por su modo de sustentación tienen mejor desempeño en tareas específicas.
Los de ala fija generalmente portan cámaras multiespectrales (capturan datos de imágenes dentro de rangos de longitud de onda específicos). Su perfil alar les permite recorrer de 50 a 60 hectáreas en su autonomía promedio por batería de 45 minutos. Por esta cualidad, se los destina principalmente para el seguimiento de grandes extensiones. Estos se programan previamente para obtener diferentes mapas que son representativos para el sistema NDVI (Normalized Difference Vegetation Index), y sus variantes. El sistema NDVI, es un algoritmo que permite generar datos sobre el estado metabólico de la planta en función de la reflectancia que la planta emite en sus diferentes etapas de densidad. Gracias a este sistema, el agricultor logra realizar un seguimiento preciso del estado de la plantación, humedad del suelo, rindes, plagas, malezas y otros datos sin desplazarse y en tiempos muy acotados tomar decisiones preventivas claves.
Los drones multirrotor, en cambio, están más asociados a la aplicación de agroquímicos. Gracias a los avanzados sistemas con que están dotados permiten una aplicación de forma homogénea y de baja deriva. Trabajan de forma casi autónoma, el operador le debe indicar cuál es la superficie a cubrir y la altura a la que debe realizar la tarea, el dron se encarga de liberar su carga calculando la velocidad y siguiendo la topografía del terreno. La precisión con la que puede cumplir con éstos dos factores implica que, comparado con un avión, tenga 30% menos de deriva y mucha menos evaporación, lo que colabora enormemente con el medio ambiente y la seguridad de los operarios. Ademas, esta práctica, permite reducir los costos de los productos hasta en un 80%.
La autonomía promedio de los drones multirrotor es de hasta 1,5 hectáreas y regularmente cargan 10 litros.Su rendimiento disminuye en terrenos muy escarpados y plantaciones arbóreas o sembrado en fajas. Es decir en aquellas donde deba intervenir más el operador durante el vuelo o deba realizar las tareas a menor velocidad.
Otros usos de los drones en el campo están orientados al seguimiento de animales, pasturas, detección de focos de incendio, cursos de agua y represas.
La teledetección en la agricultura y la precisión de la pulverización con drones, supone una revolución tecnológica sin precedentes, en un paradigma que potencia los logros ya alcanzados por la agricultura de precisión