Con mucha polémica de por medio, China está implementando actualmente un nuevo método detección del COVID-19 que implica la introducción de una suerte de supositorio de cinco centímetros de longitud a través del orificio rectal.

Aseguran que es "humillante" aunque indoloro

Si bien no se trata de un proceso muy invasivo y de una duración de menos de 10 segundos, el método fue severamente criticado por usuarios de redes sociales y medios de comunicación. No obstante, científicos lo defienden ya que "aumenta la tasa de detección de personas infectadas" dado que "el coronavirus permanece más tiempo en el ano que en las vías respiratorias".

China, atento al descubrimiento de los especialistas, está utilizando el test rectal tanto para residentes como para turistas que deben permanecer en cuarentena obligatoria en hoteles. Pese a su eficiencia, los usuarios de la red china Weibo aseguran que es "humillante" aunque indoloro.

Aumentaría la tasa de detección de pacientes y disminuiría la posibilidad de un diagnóstico perdido

El doctor Li Tongzeng, del Hospital You an de Pekin, aseguró ante la Televisión Central China (CCTV) que el test rectal es especialmente eficiente en pacientes asintomáticos que se recuperan rápidamente ya que es posible que "luego de tres a cinco días ya no queden rastros del virus en la garganta".

“Si realizamos hisopados anales para las pruebas de ácido nucleico, aumentaría la tasa de detección de pacientes y disminuiría la posibilidad de un diagnóstico perdido”, explicó Li a la vez que brindó tranquilidad asegurando que, por el momento, estas pruebas no se generalizaran ya que "no son lo suficientemente prácticas".

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